Si de ruido electoral se habla, siempre se escucha más el que gira en torno al oficialismo, que son los que más ponen en juego. Desde el inicio de la gestión del Frente de Todos y hasta las PASO del 2023 será el gran tema de discusión de cada mesa. Sin embargo, la oposición tiene sus propias batallas de cara a la gran compulsa en las urnas del año que viene.

En esa carrera, Juntos por el Cambio es el espacio más expectante, por ser la última fuerza en gobernar hasta 2019, pero además porque son quienes más chances tienen de arrebatarle el poder al peronismo. Y claro, el foco estará puesto una vez más en la provincia de Buenos Aires, donde se libra "la madre de todas las batallas", con una elección que siempre tiene repercusiones nacionales.

En efecto, cada precandidato del PRO ya tiene su referencia nacional. Pero dentro de ese abanico de posibilidades, asoma una vertiente que busca una construcción diferente, con anclaje nacional de peso pero un fuerte arraigo territorial. Es la que pregonan los intendentes, otrora liderados por Jorge Macri, pero al irse a CABA, esa posta la tomaron 3 jefes comunales fuertes del AMBA: Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata) y Diego Valenzuela(Tres de Febrero).

Estos 3 alcaldes tienen manifiestas aspiraciones de llegar a la gobernación y para ellos trabajan, cada uno desde su municipio y armado territorial, pero también con la convicción de que llegó la hora de que un intendente se siente en la silla que hoy ostenta Axel Kicillof.

En efecto, ya desde el año pasado se sabe que jugarán en 2023. En el 2021 cuando los intendentes apoyaron la candidatura de Diego Santilli, cerraron un acuerdo por el cual a partir de diciembre de ese año todos los aspirantes a gobernador podían arrancar de cero, en la misma línea de largada. Una especie de pacto de caballeros.

Los intendentes del PRO van por un pleno en PBA para 2023 con la bendición de Mauricio Macri

Santilli ganó y corre con el caballo del comisario, tiene el aval de Horacio (Rodríguez Larreta). Y eso es genuino, son construcciones políticas, pero no fue parte de lo acordado. Los intendentes creen que el Colo es diputado porque ellos aportaron su estructura”, remarca un armador de un alcalde del conurbano a este medio. 

Si bien los alcaldes trabajan desde hace tiempo en esta idea, saben que solo con su estructura no alcanza, en especial en una elección que tendrá un alto condimento nacional. Y el dato es que ese proyecto se lo llevaron al expresidente Mauricio Macri, él "lo compró” y apoya esa construcción. 

Mucho que ver en ese respaldo tuvo Grindetti, socio de Macri desde los inicios en la política. Se conocen hace 40 años y el expresidente es el mentor del jefe comunal de Lanús. Están desde los orígenes del PRO juntos. Es además, de los pocos que nunca negó al exmandatario, ni en los tiempos de menor popularidad y exposición del otrora presidente de Boca Juniors.

“Creemos que los intendentes están en condiciones de gobernar la provincia. No importa si es Grindetti, Garro o Valenzuela. Hay temas que solo ellos pueden resolver, con una mirada diferente, desde la descentralización en los municipios, la salud, la educación, seguridad. Hay una manera de ver la provincia que los intendentes tienen muy distinta que los que vienen desde otro lado”, confió un colaborador de un alcalde PRO a Data Clave.

Los intendentes del PRO van por un pleno en PBA para 2023 con la bendición de Mauricio Macri

Cabe recordar que el escenario actual en los amarillos está planteado con varios binomios: el que a pirori cuenta con ventaja, encabezado por la dupla Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli; el que encarnan María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo; el de Patricia Bullrich y Javier Iguacel; y el mencionado de Macri y Grindetti. Tanto Garro como Valenzuela todavía pueden jugar por la renovación del municipio, ya que no tienen una sucesión clara a nivel local.

Claro que esta es la foto de hoy, para la PASO falta un año pero además estiman que el PRO se va a poner de acuerdo y competirán con la UCR, a menos que haya fórmulas cruzadas, algo que asoma improbable a esta altura. “Ir a internas con los radicales fue lo más sano y ayudó la competencia del 2021”, remarca un dirigente influyente amarillo a este medio, al tiempo que remarca que “ahora no es momento de acordar, es de construir y caminar. Sin golpes debajo del cinturón”.

¿Quiebre a nivel nacional?

Semanas atrás, hubo un hecho que no pasó desapercibido para propios y ajenos: Grindetti pegó el portazo a la mesa provincial de Juntos. Esto destapó una olla bonaerense pero que tuvo fuertes condimentos nacionales que desencadenaron en su deserción en la conducción bonaerense del espacio mayoritario de la oposición.

“Grindetti era el negociador con la provincia. El tipo que llevaba las cosas de la oposición al gobierno provincial. Eran él y (Maximiliano) Abad por la UCR. Entre todas las cosas acordadas, una de ellas era la modificación a la ley de jubilaciones de Banco Provincia. La mesa nacional del PRO, que a priori había avalado la negociación, después se echó para atrás. Eso dejó a Néstor desautorizado frente a la mesa provincial y el gobierno bonaerense. Eso lo frustró y dijo ‘que negocie otro’. Después de ahí, Macri apoyó el proyecto de los intendentes”, apuntó un referente cambiemita del Gran Buenos Aires.

No obstante, el vínculo no está roto con Larreta. El diálogo con Horacio está, laburamos bien y hacemos cosas juntos. Eso no va a cambiar. Pero nos sentimos más contenidos hoy con Mauricio. Y hoy Macri tiene gestos en la política que hace un año no tenía. No recorría el conurbano no tenía tanta presencia mediática. Hoy su palabra pesa más en la mesa del partido que un año atrás”, subrayó un dirigente que trabaja codo a codo con un intendente de peso.