Los motivos por los que Argentina no firma el Pacto del Futuro acordado por casi todos los países
La canciller hizo el anuncio de desvincularse del documento que redactó por consenso durante años de trabajo.
La canciller Diana Mondino anunció en las últimas horas que la Argentina no se sumará al Pacto del Futuro que firmaron casi todos países que integran las Naciones Unidas, por el cual se abren las puerta a una reforma del Consejo de Seguridad, un rediseño de la arquitectura financiera de la institución y a nuevas regulaciones para los avances tecnológicos.
El Pacto del Futuro, que debía salir adelante por consenso y tras 18 meses de negociaciones entre los Estados miembros, “sentará las bases de un orden mundial sostenible, justo y pacífico para todos los pueblos y naciones”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, en su discurso de apertura.
El documento no vinculante, que también pretende allanar el camino a la reforma del Consejo de Seguridad en su intento de convertirlo en un ente “más representativo e inclusivo”, incluye líneas maestras compartidas en cuestiones como el cambio climático, la seguridad, los derechos humanos y la gobernanza global.
“El Pacto cubre una amplia gama de temas que incluyen la paz y la seguridad, el desarrollo sostenible, el cambio climático, la cooperación digital, los derechos humanos, el género, la juventud y las generaciones futuras, y la transformación de la gobernanza global”, resume la página oficial de la ONU.
Sin embargo, durante el Plenario de la Cumbre del Futuro en la Asamblea General de las Naciones Unidas, la ministra Mondino anunció que la Argentina no formaba parte del Pacto que se alcanzó por consenso de casi todos los países occidentales.
La canciller expresó que “la Argentina está decidida a trabajar en un marco de libertad para los individuos, que puedan tomar sus decisiones y ser responsables de sus acciones bajo reglas de juego parejas para todos. Queremos enfrentar los retos del terrorismo, las amenazas a la integridad territorial, a la democracia, a la seguridad internacional y al desarrollo económico".
"Para ello, tomamos como guía los propósitos y los principios de la Carta de las Naciones Unidas. Los desvíos respecto a estos propósitos y principios generan problemas no sólo al propio país -que pierde su propio faro de libertad- sino para los que con él interactúan”, agregó.
Mondino sostuvo que nuestro país “está convencido que una agenda no debe quedar en meras declaraciones. Debemos decir cómo lo lograremos. En ese sentido creemos que el modelo que puede hacerlo es el de la libertad económica. El hambre se acaba garantizando más comercio y no menos; y se logra el desarrollo profundizando el respeto por las instituciones, fundamentalmente priorizando el respeto por la propiedad privada.”
“En ejercicio de esa libertad, mi país quisiera recordar que Agendas como esta que nos reúne aquí están compuestas por aspiraciones jurídicamente no vinculantes y que cada Estado, en el ejercicio de su soberanía, tiene derecho a interpretar y perseguir con autonomía, teniendo en cuenta las diferentes realidades, capacidades y niveles de desarrollo de cada uno y respetando sus políticas y prioridades nacionales, tal como ya lo dispone la Resolución 70/1 de la Asamblea General”, señaló.
Al cierre, Mondino sostuvo que “muchos de los puntos de este Pacto, con sus anexos, presentan reservas y objeciones o son retardatarios de la nueva agenda de Argentina. Estos documentos se vienen trabajando desde el 2022 con otro gobierno y el actual gobierno argentino se encontró con las negociaciones ya avanzadas. Aun así, propusimos acciones constructivas que no siempre fueron tomadas en cuenta y eso nos lleva a disociarnos. Nuestras reservas y objeciones al Pacto del Futuro no son, sin embargo, un obstáculo para la Argentina porque, por el contrario, queremos tener alas para nuestro crecimiento en libertad”.
Luego de reafirmar el compromiso argentino con la solución pacífica de controversias y un orden internacional basado en reglas y valores democráticos, aseguró que nuestro país “está decidido a seguir trabajando, como históricamente lo ha hecho, para repensar en conjunto el camino frente a los nuevos retos globales que nos urgen y desafían como humanidad. Nada de retórica, sólo trabajo y más trabajo es la mejor solución. Queremos la libertad de elegir un mundo mejor que, estoy convencida, los miembros de esta Asamblea también quieren garantizar para cada uno de los niños, hombres y mujeres que habitan nuestra casa común”.