Los primeros damnificados del mileísmo: las figuras que fueron eyectadas del gobierno
A poco más de un año de gobierno, Milei reconfiguró su entorno y alejó a varios de los dirigentes que lo acompañaron desde sus inicios en la política. Entre internas y conflictos con Karina Milei, se encuentran figuras como Ramiro Marra, Victoria Villarruel y Diana Mondino. La depuración del oficialismo deja un gabinete cada vez más concentrado en su hermana.
El armado libertario sufrió una serie de reacomodamientos que generaron fracturas internas y la salida de varios nombres clave. El caso más reciente fue el de Ramiro Marra, quien fue expulsado de La Libertad Avanza y perdió su liderazgo en la Legislatura porteña, pero no sorprendió a nadie. La decisión fue impulsada por Karina Milei, quien colocó en su lugar a Pilar Ramírez, una exfuncionaria con pasado en el kirchnerismo. Marra fue desplazado tras haber votado a favor del presupuesto de Jorge Macri en la Ciudad, lo que enojó a la cúpula libertaria.
Otra baja significativa fue la de Diana Mondino, quien nunca logró afianzarse como canciller. Su gestión quedó marcada por errores diplomáticos, como la confusa votación en la ONU que alejó a Argentina de Estados Unidos e Israel. Su enfrentamiento con Úrsula Basset, próxima a Karina Milei, terminó sellando su salida de la mesa de decisiones.
En el Congreso, la caída de la primera ley de Bases dejó fuera del juego a Oscar Zago, quien perdió la presidencia del bloque libertario en Diputados. Su reemplazo, Gabriel Bornoroni, cuenta con el respaldo directo de Karina Milei y se mantuvo alineado a la estrategia oficialista. En paralelo, Marcela Pagano, aunque sigue en el espacio, fue apartada de la Comisión de Juicio Político por orden del Ejecutivo.
En la Provincia de Buenos Aires, Carolina Píparo, ex candidata a gobernadora, también quedó relegada. Su postura crítica en algunas votaciones la distanció de la cúpula libertaria, y su protagonismo se diluyó con la llegada de nuevos operadores políticos. Algo similar ocurrió con Lourdes Arrieta, la diputada de perfil mediático que ganó notoriedad por sus visitas a represores de la dictadura.
El caso más resonante es el de Victoria Villarruel. La vicepresidenta fue perdiendo peso dentro del gobierno y quedó reducida a un rol protocolar en el Senado. Su tensión con los libertarios puros y su autonomía la alejaron del núcleo de decisiones. Un camino similar siguió Carlos Kikuchi, ex armador del espacio, cuya influencia desapareció con la consolidación del poder de Karina Milei.
En el mismo grupo de excluidos está Nicolás Posse, quien fue eyectado de la Jefatura de Gabinete tras su mala relación con los ministros libertarios. Junto a él, también quedaron fuera nombres que fueron importantes en la construcción del mileísmo, como los economistas Carlos Rodríguez y Emilio Ocampo, quienes se distanciaron tras el fracaso del plan de dolarización.
En el universo digital, las figuras que sirvieron como altavoces de la campaña libertaria también fueron desplazadas. Influencers como Iñaki Gutiérrez y Eugenia Rolón, quienes en su momento eran voceros informales del gobierno en redes, dejaron de tener un rol central y fueron reemplazados por comunicadores alineados con el nuevo esquema del oficialismo.
El reacomodamiento en La Libertad Avanza muestra un patrón claro: la cúpula libertaria se cierra sobre un núcleo reducido de dirigentes, con Karina Milei como pieza clave. Mientras tanto, la oposición observa estos movimientos como una señal de inestabilidad dentro del oficialismo, en un contexto de creciente malestar social y político.
Más allá de estos nombres que finalmente llegaron al poder y le dieron forma al experimento que terminó con Javier Milei como presidente, hay otros cuadros que quedaron en el camino. Como lo son Carlos Maslatón y Carlos Rodríguez.
Con la renuncia “por motivos personales” del Secretario de Prensa de la Nación, Eduardo Serenellini, ya son 116 los funcionarios que se fueron del gobierno de Milei. 1 Jefe de Gabinete, 3 Ministros, 1 Interventor de la ex AFI, 36 Secretarios de Estado, 36 Subsecretarios de Estado, 5 Titulares de Unidad de Gabinete de Asesores, 34 Otros cargos del SPN. A razón de un funcionario cada 86 horas.