La reunión de la mesa de Enlace de las entidades del campo con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, dejó algunos sinsabores en los representantes del agro. Según trascendió, esperaban una mayor flexibilización de la que fue finalmente anunciada.

Al respecto, el flamante funcionario manifestó a Radio 10 que “primero está el interés general y después los productores, las fábricas de carne y la exportación”. Y agregó: Yo no soy empleado de los frigoríficos, de los productores, ni de las entidades. Somos esclavos de la voluntad popular y de lo que el presidente Alberto Fernández indicó. Ahí vamos a estar, defendiendo el interés general, a las discusiones técnicas la gente no las entiende”.

En la misma sintonía, Domínguez pidió que “no lo corran” con el cierre de las exportaciones y recordó su anterior paso por la cartera nacional. Yo abrí los negocios al mundo siendo ministro, yo creo en los negocios de la Argentina y para crecer necesitamos mayor productividad, mayor capacidad de trabajo de la exportación, pero fijando reglas claras y justas para todos”.

Asimismo, el ministro remarcó: “dialogar no significa ser empleado genuflexo o servido a los intereses de nadie”. Y disparó: “El mercado no va a condicionar las políticas, si saben que no somos liberales... Nosotros creemos en una política de acuerdo y de diálogo social para garantizar el interés general y el negocio de todos, pero primero el interés general”.

En este sentido, el funcionario subrayó que “lo que yo no voy a complicar con las medidas es el acceso de los argentinos a la carne”. Y aclaró: “Si no están de acuerdo, voy a salir al encuentro porque esa es la función, pero no es para hacer lo que los demás quieren, sino para lo que el interés general de la Nación requiera”.

En tanto, Domínguez aseguró que la liberalización del comercio de carne con China no impactará en los precios de venta para el consumo doméstico, ya que implicará aproximadamente unas 140.000 cabezas de ganado sobre un total de 53 millones.

“No es un tema económico de los frigoríficos y de las finanzas del país, es un tema de los productores más chicos que no pudieron vender. El productor más chico se aferra a la vaca como un bien, no hace negocios especulativas, los que especulan son otros”, explicó.