El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, habló este martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas y advirtió sobre el peligro de los “experimentos ultraliberales” en América Latina como al de las plataformas digitales.

Luego del conflicto con Elon Musk que derivó en la prohibición de la red social X en Brasil, Lula aseguró que “defender la democracia conlleva a actuar contra ataques extremistas, mesiánicos y totalitarios que difunden el odio y el resentimiento. Los brasileños derrocaron a los totalitarios y a los tiranos que buscaban socavar las instituciones”, en clara referencia al expresidente Jair Bolsonaro.

"La democracia tiene que responder a las aspiraciones legítimas de aquellos que ya no aceptan el hambre y la desigualdad”, agregó el Jefe de Estado.

Para el mandatario, "en un mundo globalizado no tiene sentido recurrir a patriotas falsos, a aquellos que desean aislarnos, ni tampoco tiene sentido recurrir a experimentos ultraliberales que no hacen más que empeorar las dificultades de un continente empobrecido”. 

“El futuro de nuestra región depende por encima de todo de que se construya un Estado eficiente, sostenible e inclusivo que trate todas las formas de discriminación. Un futuro que no se vea intimidado por individuos, empresas o plataformas digitales que se creen estar por encima de la ley. La libertad es la primera víctima de un mundo sin reglas”, remarcó Lula. 

América Latina vive una segunda década perdida desde el 2014. El crecimiento medio de la región fue solo un 0,9% menos de lo que habíamos visto en la década perdida de los 80″, y que bajo este contexto desafortunado, “la cooperación y el entendimiento se han visto debilitados”, concluyó el presidente. 

Por último, Lula aseguró que Brasil “sufrió este año unas gravísimas inundaciones en el sur y ahora padece los efectos de la sequía y las altas temperaturas en la Amazonía y otros biomas”. Aún así, renovó su compromiso de reducir la deforestación ilegal, que ha caído un 50% en el último año y medio, y llevarla a “cero” para el año 2030, en diálogo permanente con los pueblos indígenas.