El acuerdo estaba cocinado. El jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, y el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, ya habían logrado acercar posiciones. Sin embargo, el expresidente Mauricio Macri y la actual diputada nacional María Eugenia Vidal, metieron la cola y provocaron una serie de cortocircuitos internos en el PRO que llevaron a que el jefe comunal del sur abandone su rol de interlocutor con la Provincia.

Por la mañana del jueves, incluso, los propios diputados bonaerenses todavía no sabían si iba a ser posible llevar adelante la sesión de hoy.

Un sector de la oposición ya había hecho caer la sesión la semana pasada a la espera de poder contar con una respuesta concreta de Vidal, su jefa política.

La contestación no tardó en llegar. Y tras la reunión sucedida el pasado martes de en la Ciudad de Buenos Aires, entre referentes nacionales del PRO, la bajada fue concreta: no apoyar.

Macri les pidió a los legisladores que nos pongan palos en la rueda”, le dice a Data Clave un diputado bonaerense. Y agrega: “Vidal hizo caso y bajó esa línea para frenar lo del BAPRO”. En concreto, que voten en contra de un proyecto de ley que lleva la firma del gobernador bonaerense Axel Kicillof y que iba a tratarse esta semana en la sesión doble que tiene prevista la Legislatura.

A la espera de que el presidente del bloque de la UCR en la Cámara baja, el radical Maxi Abad, lo comunique, el Frente de Todos ya tiene en claro que el PRO no avalará el tratamiento y se pospondrá una vez más una iniciativa que tiene como fin derogar la reforma al régimen previsional de los trabajadores del Banco Provincia que fue impulsada por Vidal en 2017 y aprobada por la propia Legislatura bonaerense.

El proyecto, en concreto, establece una nueva fórmula jubilatoria para los empleados del Bapro fue anunciada por Kicillof en el 48° congreso nacional de La Bancaria hace casi un año. “Estamos celebrando el éxito alcanzado para construir un proyecto de ley que termine con los efectos de la Ley 15.008 que impulsó el gobierno anterior, dentro de una batería de medidas que atacaban a todo el sistema previsional de la Argentina”, dijo en ese entonces Kicillof sobre el proyecto que aún espera tratamiento en la Cámara baja.

Pero Vidal tiene otros planes. Y pese a que hoy posa su mirada hacia la Rosada y también hacia Uspallata, no descuida lo que sucede en territorio bonaerense. “Vidal no quiere quedar expuesta. Ya le pasó con lo de la reelección indefinida y ahora con esto. Quiere trabar todo aquello que llevó su firma”, le dice a este medio un diputado del PJ provincial.

Cabe recordar que la reforma de Vidal recortó el haber jubilatorio de los trabajadores del Banco Provincia al 70% del sueldo activo y estiró la edad jubilatoria de 57 a 65 años, con 35 de servicio obligatorios. Por su parte, la propuesta de Kicillof lleva el haber jubilatorio de los empleados del Bapro al 82%, aunque calculado sobre la base de las últimas 120 remuneraciones mensuales y con un aumento del aporte de los pasivos, y baja a 60 la edad jubilatoria de las mujeres, mientras que mantiene en 65 la de los hombres.

Cruces internos

La directiva de Vidal de ir en contra de la propuesta de Kicillof también provocó un fuerte roce interno. Sucede que el jefe comunal de Lanús, Néstor Grindetti, puso el grito en el cielo cuando se enteró de lo ocurrido. Hasta el momento, el intendente venía siendo el principal interlocutor del PRO con la Provincia. Una pieza vital para llegar a acuerdos que luego se puedan trasladar a la Legislatura. Y el consenso en relación al BAPRO ya estaba realizado.

"Estamos cansados de que se baje una línea de arriba sin saber qué pasa en la Provincia. Los intendentes tenemos una representación demasiado importante como para que nos quiere digitar desde CABA", le dijo a este diario un intendente PRO, molesto con la situación.

El acuerdo consistía beneficios en favor de la oposición para futuras discusiones por sillas en el propio BAPRO, IOMA y otras dependencias que hoy tienen sillas de su directorio vacío. Sin embargo, Macri y Vidal metieron la cola y provocaron que el jefe comunal dé un paso al costado en su función como canal de negociación con el gobierno de Kicillof.

Ahora resta saber si la Legislatura tratará al menos la adhesión al consenso fiscal o si se caerá por completo la sesión de hoy.