La noche del domingo fue de festejo y consagración para Manuel Adorni, quien, subido al atril en el hotel Libertador, pidió a viva voz que le canten otra vez: “¡Canten otra vez, que me encanta!”. El vocero presidencial no solo celebraba el buen desempeño electoral del oficialismo en la Ciudad de Buenos Aires, sino también su propia victoria: fue electo legislador porteño y ya confirmó que asumirá el cargo en diciembre.

Mientras repetía su clásico “donde el Presidente me necesite, ahí estaré”, la escena no dejó dudas sobre su centralidad en el esquema libertario. El propio Javier Milei lo definió como “el gran ganador de la noche”. Sin embargo, su futuro como vocero presidencial ya tiene fecha de vencimiento. En la Casa Rosada aseguran que seguirá en funciones hasta el 9 de diciembre, y que al día siguiente jurará como diputado en la Legislatura.

Esta mañana posterior al festejo, Adorni llegó a su despacho a las siete en punto, antes que cualquiera de sus colaboradores. Aunque estaba prevista su habitual conferencia de prensa, la decisión del Presidente de dar una entrevista a América 24 alteró todos los planes. El mensaje hacia adentro fue claro: Adorni sigue, pero el reloj ya está corriendo.

En el oficialismo dan por descontado que no asumirá un rol protagónico en el bloque libertario que ocupará 13 bancas en la Legislatura. “Eso es para Pilar Ramírez, que seguirá marcando la cancha ahí”, repiten en los pasillos de Balcarce 50. Ramírez, mano derecha de Karina Milei, quedó aún más empoderada luego del resultado del domingo. Mientras tanto, Adorni insiste en que su llegada al Parlamento porteño será para “dar la batalla cultural” y frenar “las ideas kirchneristas y de izquierda, que le han hecho tanto daño al país en los últimos veinte años”.

Durante la campaña, Adorni dejó en claro que no buscaba liderar ni copar el bloque, sino sumarse como un “soldado más”. Tampoco se lo ve hoy como competidor natural para cargos ejecutivos en la Ciudad, como sí sucede con otros nombres que asomaron con fuerza en esta elección, como Juan Pablo Arenaza, alfil de Patricia Bullrich. En el entorno de Milei aclaran: “Adorni no va a ir por la Jefatura de Gobierno, salvo que el Presidente se lo pida”.

Eso sí: desde el círculo libertario ya avisaron que Jorge Macri deberá prepararse para una Legislatura mucho más combativa. “Se terminó el tiempo de gobernar sin negociar”, disparan con picante desde el entorno presidencial. Y, aunque Adorni se limite a levantar la mano y presentar proyectos, su sola presencia incomoda al PRO tras la caída de la lista encabezada por Silvia Lospennato.

Mientras tanto, en Balcarce 50 ya circulan varios nombres para reemplazarlo como vocero. El principal es el de Javier Lanari, su actual número dos, aunque podría bajarse de la carrera si se concreta su candidatura a diputado nacional por Misiones. También suenan el economista Miguel Boggiano y el multifacético Diego Recalde, quien es escritor, cineasta e investigador. Ambos estuvieron en el búnker libertario y hasta se sacaron una foto juntos que Boggiano publicó en redes con la frase “¿Quién será el vocero?”, sembrando dudas.

X de Miguel A Boggiano del 55,6%

Recalde, que trabajó junto a Federico Sturzenegger en el diseño de la ley Bases, aseguró que ese proceso fue lo que lo transformó en “un libertario convencido”. En diálogo con La Nación, no descartó aceptar el cargo si se lo ofrecieran. Otro nombre que suena fuerte es el de Marcelo Duclós, coautor de una biografía de Milei junto a Nicolás Márquez. Por ahora, todos los mencionados evitan dar definiciones públicas, pero en la Casa Rosada aseguran que la decisión final será del Presidente y de su hermana Karina.

En diciembre, cuando Adorni jure como legislador, la Legislatura porteña entrará en receso hasta marzo de 2026. Eso significa que, más allá del cambio de rol, su presencia en el día a día político podría seguir vinculada al Gobierno nacional, al menos desde la trinchera mediática. La decisión sobre su reemplazo marcará además el rumbo comunicacional del oficialismo en su segundo año de gestión.