"Acaban de encontrar en un puerto portugués 680 kilos de cocaína que iban en un container salido de la Argentina", dijo el ministro de Seguridad de la Nación Aníbal Fernández en declaraciones a C5N. Según el funcionario, la Prefectura Naval Argentina efectuó la trazabilidad de la droga para saber de dónde había salido y se determinó que "el origen del cargamento es Paraguay, vino por la hidrovía en un buque llamado Doña Verónica y estuvo trece días en los depósitos de Exolgan, en la zona de Dock Sud, antes de partir con destino europeo".

Más cocaína que pasó por puertos argentinos: casi 700 kilos fueron decomisados en Portugal

Se trata de la terminal de contenedores más importante de Argentina y una de las más reconocidas de sudamérica, ubicada en Dock Sud, partido de Avellaneda. Fuentes de la cartera que conduce Fernández le aseguraron a Data Clave que "la droga fue hallada dentro de un container repleto de soja, camuflada para evitar ser detectada por los controles" y agregaron que "fue allí donde escanearon el contenedor y no encontraron nada". Ante la grave irregularidad detectada, el funcionario consultado confirmó que "el hecho ya es investigado por la justicia argentina".

¿Cómo fue la operación?

El anunció sorprendió porque Fernández lo deslizó como a la pasada durante una entrevista en la que estaba refiriéndose a otros temas y no hubo mayores precisiones sobre sus dichos. Pero Data Clave pudo reconstruir la ruta de la investigación que permitió desbaratar una operación donde se trasladaban 697 kilos de cocaína de máxima pureza, el pasado viernes 29 de octubre en el puerto de Leixões, 320 kilómetros al norte de Lisboa, la capital portuguesa.

Según fuentes de la investigación, la droga fue hallada al abrirse un contenedor cargado con cuarenta toneladas de soja, que había sido escaneado cuatro días antes al descubrir las autoridades portuguesas que presentaba ciertas inconsistencias en materia documental. Por ese motivo se determinó aguardar a que aparecieran los "dueños" del cargamento para atraparlos "con las manos en la masa".

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Como nadie se presentó, el procedimiento fue la apertura del container lo que permitió el hallazgo de la cocaína. "Seguramente los responsables del embarque fueron advertidos de lo que estaba pasando y optaron por resignar el cargamento", confió a este cronista una fuente de Interpol.

Lo que pudo reconstruirse hasta el momento es que el envío salio del puerto seguro fluvial de Villeta, 35 kilómetros al sur de Asunción. Según medios portugueses, la carga habría sido despachada por la firma paraguaya Agroforestal Tacuatí S.A., pero por pedido de la productora RC Cereais, de Brasil. La empresa paraguaya tiene como últimos directivos registrados a Franz Frieses Peters, Elwen Zacharias Kauenhofen y Khatarina Friesen Wiebe. El despachante que gestionó el envío desde Paraguay se llama Rubén Darío Riveros.

El 10 de septiembre último el contenedor fue cargado en el buque Trancura, de bandera liberiana. La embarcación zarpó ese mismo día hacia Europa. El 8 de octubre pasado, después de hacer escalas en Montevideo, Paranagua, Santos, Río de Janeiro, El Salvador y Pecem, en Brasil, y en Tanger Meds, en Marruecos, el Trancura arribó al puerto de Rotterdam, en los Países Bajos, donde se descargó el contenedor.

Seis días después, el 14 de octubre pasado, el contenedor en cuestión, identificado como TCNU3762427, fue cargado en el buque JPS Skirner, de bandera de Antigua y Barbuda. Tras 24 horas la embarcación zarpó hacia Leixoes, donde arribó tres días después. Luego fue descargado en territorio portugués el 19 de octubre pasado, según reconstruyó la Prefectura Naval.

Exolgan Container Terminal es propiedad de International Trade Logistics (ITL), que forma parte del Grupo PSA y TIL.
Exolgan Container Terminal es propiedad de International Trade Logistics (ITL), que forma parte del Grupo PSA y TIL.

Historias que se repiten

El decomiso en Portugal no es un hecho aislado. El 23 de febrero de este año se llevó a cabo la Operación Atlántico Norte donde, de manera conjunta, la Policía de Alemania y la de Bélgica, ejecutaron la mayor incautación de droga en la historia: un total de 23.200 kilos de cocaína de máxima pureza fue secuestrada en los puertos de Hamburgo y Amberes, respectivamente.

Luego de varios meses de investigaciones y seguimientos, la inteligencia criminal de esas fuerzas policiales europeas asestaron el mayor golpe al narcotráfico jamás registrado. Las autoridades europeas consideran que puesta a la venta en Europa este cargamento representa valores que pueden oscilar -según el país en el que se comercialice la droga- entre los “mil y tres mil quinientos millones de Euros”.

Fuentes que colaboraron en la pesquisa le confirmaron a Data Clave que “la mayor parte de la cocaína estaba escondida entre latas de pintura acrílica de la marca FOX COLORES producida por la pinturería TUPA S.A., con sede en Asunción” . La firma es propiedad de Diego Isaac Benítez Cañete, empresario paraguayo fuertemente vinculado con el fútbol y directivo del club Olimpia. 

Según pudieron reconstruir los investigadores alemanes, “la exportación habría sido para suplir la demanda de pintura de la compañía israelí TAMBOUR GROUP  que es la mayor en el mercado de su país”, con oficinas en Tel Aviv. Las latas de pintura con destino a la ciudad mediterránea fueron cargados dentro de contenedores en el puerto de Asunción, navegaron en balsas por la Hidrovía hasta el puerto de Buenos Aires, donde fueron transbordados por la empresa logística HAMBURG SUD. Allí esperaba el buque SAN ARTEMISSO, de bandera panameña, que había anclado en Buenos Aires el 11 de Enero.

A pesar que la nave ya contaba con un vasto historial por haber sido utilizado en varias oportunidades para el tráfico de estupefacientes en la región (fue protagonista de una incautación de 233 kilogramos de cocaína en el el puerto de Santos, Brasil) permaneció en las playas operadas por Terminales Rio de la Plata del puerto de Buenos Aires por 42 horas, zarpando el 13 de Enero. 

También hubo otros casos registrados durante el 2020 que no fueron advertidos por las autoridades de los países sudamericanos. “Habría que sumarle al menos otras seis toneladas, que perfectamente pudieron haber sido los 1065 kilogramos de cocaína hallados en Costa de Marfil tres días después del operativo conjunto en Alemania y Bélgica en un barco proveniente también de Asunción; otros 2065 kilogramos secuestrados en España el 21 de enero camuflado dentro de un cargamento de carbón que partió de la capital paraguaya; y otros 2.900 kilos interceptados a finales de octubre de 2020 en el mismo puerto”, aportó el agente consultado.

Desde 2019, Uruguay ha visto un crecimiento agigantado de las incautaciones de cocaína en el puerto de Montevideo, llegando a secuestrar cargamentos 3000 y 4400 kilos a finales de 2019 en controles aduaneros durante operaciones de transbordo a buques. No sucede lo mismo en Buenos Aires, donde los controles parecen mas laxos.

Desde el ministerio de Seguridad nacional le confirmaron a Data Clave que "ya se dispuso judicializar la investigación para determinar las responsabilidades penales que pudieran haber existido en este procedimiento y las personas involucradas".