El renunciamiento de Cristina Fernández de Kirchner no solo impactó en el Frente de Todos. También movió la estantería del PRO. Y es que, más allá de que puertas adentro del partido amarillo no creen en que la vicepresidenta haya tomado una decisión final, lo cierto es que ven el camino más claro rumbo a las elecciones del año próximo. Al menos, así se da donde se libran las batallas más terrenales de la política: en los distritos bonaerenses.

Pese a que, hasta hace semanas atrás, la distancia interna del PRO venía funcionando solo como un marcador interno de los diferentes posicionamientos ideológicos y una presión más hacia adentro con el fin de no digitar candidatos y que cada rama interna pueda tener su representación, en la actualidad desde el ala dura del PRO se animan cada vez más a dejar en claro que “todo se terminará acomodando en una PASO”.

La idea de llegar a un diálogo que posibilite dejar a todos conformes hacia adentro del partido hoy no está a la vista. Y los dirigentes con la camiseta bonaerense de Cristian Ritondo, Javier Iguacel, Joaquín De la Torre y Néstor Grindetti así lo afirman por lo bajo. “Todos estamos trabajando en territorio y juntando la cantidad de fiscales que se puedan llegar a necesitar. Si no lo hacemos ahora no tenemos el tiempo necesario para llegar con la gente propia”, le dice a Data Clave un armador de la zona sur identificado con los halcones del PRO.

En concreto, y pese a que se muestren cada uno en su trabajo, los dirigentes de la titular del PRO, Patricia Bullrich, la diputada nacional María Eugenia Vidal, Ritondo, De la Torre y Grindetti están trabajando en la misma línea. El acuerdo en los territorios va encaminado. Sin embargo, la puja no parece llegar a un mismo puerto en relación a los delfines locales del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el diputado nacional Diego Santilli.

El problema con el que cuentan unos y otros a esta altura del año es el mismo. “Nos dijeron que para diciembre ya íbamos a tener candidatos definidos, pero eso es una decisión de la mesa nacional. A nosotros nos queda lejos. Nos perdimos la oportunidad de poder trabajar en el verano en una misma línea entre todos”, sostiene una dirigente bonaerense identificada con el alcalde porteño.

Desde la otra vereda interna la sensación es la misma. Pero con matices. Sucede que la palabra "acuerdo" está vinculada a una sensación de “acomodarnos adentro de algo que no representa lo que buscamos: un cambio profundo porque el hartazgo social es un hecho claro”.

El ministro de Gobierno de CABA, Jorge Macri, aseguró en los últimos días que “vamos a competir en las PASO contra el radicalismo y podría haber antes una interna del PRO”. Algo similar a lo que se dio a conocer en las últimas semanas en relación a lo que planea la UCR en vistas de llegar con un aspirante único para las elecciones. 

Sin embargo, no está todo dicho. Y hacia adentro algunos no lo ven como una opción. “En las internas abiertas vota más gente de afuera que de adentro. Que no nos quieran vender el lado radical de la vida. La mejor forma es a través de una PASO que es un ordenador claro”, cerró un peronista PRO en diálogo con este medio.