Si de algo se habló -se habla y se hablará- en los últimos 10 años es de la tan mentada grieta. Las posiciones, a priori, irreconciliables entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio calaron hondo en el seno de la sociedad, que replicó y exacerbó el enfrentamiento. Así, tanto la política como la sociedad fue muchas veces un campo de batalla, con poco diálogo. Esto mismo se reflejó en el Congreso de la Nación, donde salvo contadas excepciones, ha sido muy difícil hacer a un lado las diferencias para trabajar en conjunto.

Pero hay un proverbio árabe que señala que "el enemigo de mi enemigo es mi amigo" y eso podría abrir un canal de comunicación entre el gobierno y la oposición por estos días. El ruido interno del oficialismo con la renuncia de Máximo Kirchner a la conducción del bloque del Frente de Todos abrió una ventana en el clima político nacional. Por primera vez en mucho tiempo, el problema está dentro de la Casa Rosada y no fuera.

"Con la interna del Frente de Todos se retrasó todo lo que era el avance de los pormenores del acuerdo. Habrá que esperar primero cómo se resuelve esa interna en el gobierno. Con la letra chica recién lo podremos discutir para ver si estamos de acuerdo como bloque o no", confió a Data Clave un dirigente que se sienta a la mesa con los que llevan la manija en el PRO.

En la misma sintonía, el dirigente amarillo señaló: "Va a haber una intención de que se apoye para no caer en el default y porque la idea es ser funcionales a que la Argentina pueda encontrar una salida a este embrollo económico. Se va a mirar con buenos ojos".

No obstante, no todo es color de rosas para el Ejecutivo en este nuevo canal de comunicación: "Pero puede haber problemas, al menos en una buena parte del bloque, si el camino que toma el gobierno es el de aumentar impuestos". La negativa a incrementos impositivos es una de las banderas del PRO, desde antes de la campaña pasada.

Desde el bloque de la UCR en Diputados que comanda Mario Negri, señalaron a Data Clave que "se analizó el jueves el tema. Están a favor de evitar el default y de que el Gobierno tenga su programa con el FMI, como lo tuvo (Mauricio) Macri”. En tanto, aclararon que desconocen la postura del otro espacio radical, Evolución. Y que en el PRO puede haber más de una postura.

Por su parte, desde la Coalición Cívica se limitaron a suscribir los dichos de su líder, Elisa Carrió, quien en un encuentro partidario subrayó: “debemos acompañar y discutir el acuerdo por la deuda en el Congreso”. Y agregó: “Se deben honrar las deudas porque es lo que corresponde. No acordar sería la bancarrota. Sabemos que este gobierno no tiene política económica, pero tenemos que apoyar la intención de alcanzar un arreglo por la deuda”.

Días atrás, un primera línea de la CC subrayó a Data Clave que “hay que tener mucha templanza y no ser irresponsables como el oficialismo”. Entre las premisas de la fuerza liderada por Elisa Carrió piden “sensatez” y “no aplaudir el default”, al tiempo que apuntan que “vamos a esperar el acuerdo”.