A tan solo ocho días del balotaje presidencial, ningún candidato puede ni debe dejar detalle alguno al azar. El primero de los desafíos que afrontarán Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza) será el debate de este domingo, que será el último intercambio público entre ellos antes de la elección definitiva del 19 de noviembre. Pero pese a la preparación necesaria para el evento, la campaña no descansa.

El peronismo logró una remontada histórica entre las PASO y las generales de casi 10 puntos, lo que le permitió no solo llevar a Massa a ser el más votado sino además quedó cerca de ganar en primera vuelta. No obstante, en el entorno del tigrense ya dieron vuelta la página y piden no dar por finalizada la contienda. Desde el 22 de octubre arrancó otra elección, donde se necesitará el mismo o mayor esfuerzo para asegurar la victoria.

El caso es que el candidato de UxP ya alcanzó un pico de crecimiento que ahora será difícil de repetir. Milei, en cambio, tiene todo por crecer luego de un estancamiento en las generales. Tras el apoyo público de Mauricio Macri, Patricia Bullrich y otros dirigentes del ala dura del PRO, la mayor parte del 24% de Juntos por el Cambio se irá a sus filas. Esto lo devuelve en la carrera presidencial al líder libertario.

En este escenario, la misión es reasegurar la provincia de Buenos Aires sin descuidar al resto del país. Por eso esta última semana, Massa quedó liberado para encarar una mini gira por el interior (Córdoba, Santa Fe, Misiones) y el territorio bonaerense fue cubierto por el gobernador Axel Kicillof. Ambas recorridas tuvieron el mismo objetivo: ir en búsqueda del electorado hostil, aquel que le fue esquivo en el último turno -y siempre- y ahora necesitan convencer para sellar la victoria.

“No es momento para descansar: tenemos que seguir trabajando para que la Argentina tenga un Gobierno Nacional que crea en la salud, la educación y el federalismo”, remarcó el Gobernador este viernes en Junín. Y aseguró: “Solo con Sergio Massa como presidente podremos contar con el acompañamiento necesario para hacer las obras que se necesitan en cada uno de los distritos”.

Antes del fin de semana, Kicillof visitó dos ciudades del interior que son gobernadas por el PRO, como Junín y San Nicolás. Días atrás había hecho lo propio en Bahía Blanca y Olavarría, dos bastiones amarillos que fueron recuperados por el peronismo el 22 de octubre. El objetivo es claro: reforzar los territorios de Juntos por el Cambio para menguar el potencial crecimiento de Milei.

En el búnker de Massa hacen cuentas y se ponen un objetivo de máxima que es conseguir una diferencia de 20 puntos en la provincia, con fuerte tracción del Conurbano. Por eso también el inicio de la semana lo encontró a Kicillof reunido con intendentes de la Primera y Tercera sección electoral, para que nadie se relaje, ya sin elección municipal en disputa.

Desde el miércoles en adelante la misión fue focalizar en el interior bonaerense. Tanto en las recorridas por Bahía y Olavarría como en Junín y San Nicolás, el Gobernador mantuvo reuniones con intendentes, dirigentes y militantes de la Segunda, Cuarta, Sexta y Séptima sección electoral. Así cerró el círculo de las regiones provinciales. Solo quedó la Quinta, que se cubrirá la semana que viene en una ciudad a definir, que puede ser Mar Chiquita o Tandil.