El diputado nacional, Máximo Kirchner, encabezó este sábado un Congreso como presidente del Partido Justicialista bonaerense en la ciudad bonaerense de Mar del Plata. En clave interna, lanzó fuertes mensajes al Frente de Todos y señaló a los dirigentes que "están jugando al aventurero" para que "se den cuenta y dejen de jugar al ofendido" pensando en 2023.

El legislador estuvo secundado por una gran cantidad de dirigentes oficialistas, muchos de ellos intendentes, diputados y funcionarios nacionales. Antes del discurso del hijo de la vicepresidenta, brindó una alocución la directora del Anses, la marplatense Fernanda Raverta.

También asistieron la jefa comunal de Quilmes, Mayra Mendoza, de Pilar, Facundo Achaval y de La Matanza, Fernando Espinoza. Estuvo el ministro del Interior, Eduardo 'Wado' de Pedro, la vicegobernadora bonaerense, Vergonica Magario y el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires y uno de los líderes de La Cámpora, Andrés 'Cuervo' Larroque.

En el comienzo del discurso, Máximo Kirchner le trasladó un saludo que le envió Cristina Kirchner a todos los militantes peronistas presentes en el distrito marplatense. La expresidenta rompió el silencio el viernes tras más de dos meses de no involucrarse en actos públicos como consecuencia del intento de magnicidio que sufrió en Juncal y Uruguay.

A lo largo del discurso, Máximo Kirchner se preguntó por qué algunos jóvenes mostraron una faceta extremadamente violenta que llegara al punto tal de querer intentar asesinar a un dirigente político. Y en ese marco, se preguntó por qué puntualmente contra su madre, seguidamente al enumerar las medidas de su gestión como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y el Plan Conectar Igualdad, entre otros. "Esta gente que ahora dice ser la libertad. ¿Qué hubieran dicho esos pibes que hablan de libertad si hubieran estado 18 años proscripto como estuvo el peronismo a millones de argentinos", se preguntó.

Máximo Kirchner, en Mar del Plata
Máximo Kirchner, en Mar del Plata

Sin embargo, el grueso del discurso fue para enviar mensajes internos al Frente de Todos, distinto a lo que hizo Cristina Kirchner en su última intervención, donde se dedicó a hablar de salarios y puja distributiva.

En ese marco, con ciertas indirectas para Alberto Fernández y los movimientos y dirigentes que lo respaldan, Máximo Kirchner lanzó: "En 2017 algunos dudaban de la hoy vicepresidenta. Esas dudas o esas peleas personales nos llevó después a un diciembre de reforma previsional. Y después fuimos al FMI. Nunca más nos puede volver a pasar lo mismo".

Y luego, agregó: "No puede volver a pasar que aquellos que se valen de construcciones colectivas, una vez que llegan, inician una aventura. Para aventureros está el turismo, la política es responsabilidad, no para poner de cara víctima y decir yo no fui".

Pero también llovieron críticas para la oposición. El primero que mencionó fue al expresidente Mauricio Macri. "Lo escuchaba a decir que él con los U$S 10.600 millones de Aerolíneas Argentinas podía hacer la red de transporte más moderna. Me sonó tan parecido a 'con la plata del Fútbol Para Todos' vamos a hacer 3 mil jardines'", chicaneó.

También se metió en la interna de Juntos por el Cambio y cuestionó el temperamento de Patricia Bullrich por amenazar a golpes al jefe de Gabinete de Horacio Rodríguez Larreta. "Le dijo 'conmigo no se jode, te voy a partir la cara'. Entré a pensar en los trabajadores si esa persona trabajara y no se hace lo que ella quiere. Hay que tener responsabilidad a la hora de votar", expresó el diputado.

Tweet de Editor✍

Y luego, lanzó otra crítica a la presidenta del PRO: "Algunos proponen que las pymes se conviertan en una oficina. Nosotros queremos una Argentina con empresas que se desarrollen, que le metan ganas e inviertan".

Aún con las críticas, Máximo Kirchner envió un mensaje a los opositores y dijo que "más allá de la pirotecnia mediática de la política, hay que discutir en serio. Se tiene que terminar lo infantil de todo esto". "Tenemos que tener más decisión. Me llena de tristeza cómo está mi país. No podemos tener grados de egoísmo. Tenemos por delante un desafío enorme", agregó.

En el momento del cierre, insistió con la idea de que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es muy difícil cumplir tal como está pactado y que Argentina necesita tener nuevas conversaciones y fijar otras metas. "No es ideología sacarte al FMI de encima, es ser pragmático. No tener al Fondo fue lo que llevó a que el 2015, en esa Plaza de Mayo del 9 de diciembre, fueran miles a acompañar a un proyecto político que dejaba el Gobierno con 5,9% de desocupación y el salario promedio más alto de Sudamérica", indicó.

Y por último, en otro mensaje con clave interna, lanzó: "Así como Cristina hizo todo lo que tenía que hacer en 2019 para salir del macrismo, espero que esos compañeros que están jugando al aventurero, se den cuenta y dejen de jugar al ofendido y al triste. Ofendidos están los compañeros que quieren un gobierno que trabaje más todos los días. Discutamos lo que haya que discutir y ofrezcamos a nuestro pueblo la posibilidad de volver a soñar".