El gobierno de Javier Milei avanza con su plan de recorte del gasto público y en su intento de mostrar "credibilidad" anunció la salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La medida fue formalizada mediante un decreto presidencial, en una decisión que sigue la línea de su par estadounidense, Donald Trump, quien también ordenó la retirada de Estados Unidos del organismo en su momento.

X de Dataclave

"Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, y mucho menos en nuestra salud", sostuvo el vocero al anunciar la decisión.

“La evidencia indica que las recetas de la OMS no funcionan porque son resultado de la influencia política”, sostuvo en un comunicado el gobierno a través de la cuenta de X de la Oficina del Presidente.

X de Oficina del Presidente

Según trascendió, la salida de la OMS es solo el primer paso de una serie de desvinculaciones de organismos internacionales que el oficialismo tiene en carpeta. “Se está haciendo una evaluación estratégica de cada una de las posibles salidas”, explicaron. Entre las opciones en análisis se encuentra el Acuerdo de París, el tratado global contra el cambio climático, que Milei rechaza por considerar que la “agenda verde” es parte de una narrativa ideológica que restringe las libertades económicas.

El análisis de estos movimientos quedó en manos de los ministros Luis Caputo (Economía), Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado) y Gerardo Werthein (Relaciones Exteriores). El trío de funcionarios tiene la tarea de definir qué otros organismos dejará Argentina en el corto plazo y qué impacto podría tener cada decisión en la política exterior del país.

La ruptura de Milei con la OMS no es nueva. Durante la pandemia de Covid-19, el ahora Presidente fue un férreo crítico de la organización y llegó a calificar las medidas de aislamiento como un “delito de lesa humanidad” en su libro Pandemonics, publicado en 2020. En ese texto, Milei cuestionó duramente el rol del organismo en la crisis sanitaria y argumentó que la cuarentena impuesta en varios países fue una violación masiva de los derechos individuales.

El costo de la membresía en la OMS es otro de los puntos que el Gobierno utilizó para justificar la salida. Según dijeron, la permanencia en el organismo implica un gasto aproximado de 10 millones de dólares anuales, sin contar los sueldos, viáticos y asesores del representante argentino. En un contexto de ajuste fiscal, la administración libertaria considera que este tipo de erogaciones no son prioritarias y que los fondos pueden reasignarse a otras áreas.

Milei ya había dado señales de su postura en foros internacionales. Durante la última cumbre del G-20, el director de la OMS, Tedros Adhanom, intentó acercarse al mandatario argentino para solicitar una reunión, pero recibió un rechazo tajante. Posteriormente, Adhanom insistió a través de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, para que intercediera, pero la respuesta volvió a ser negativa.

La relación tensa con la OMS también quedó en evidencia en julio pasado, cuando Argentina se negó a firmar el acuerdo de pandemias impulsado por el organismo. En ese momento, el vocero presidencial, Manuel Adorni, dejó en claro la postura del Gobierno: "Argentina no va a adherir al acuerdo de pandemia de la OMS. No vamos a suscribir a ningún tratado que pueda afectar nuestra soberanía”.

La Organización Mundial de la Salud, fundada en 1948, es la agencia de la ONU encargada de coordinar la respuesta global ante emergencias sanitarias. A lo largo de su historia ha liderado campañas de vacunación, programas de erradicación de enfermedades como la polio y brotes como el ébola. También establece estándares en materia de salud mental, cáncer y enfermedades crónicas.