Milei profundiza el vínculo con Estados Unidos y recibió al jefe del Comando Sur en Casa Rosada
El presidente estuvo con el almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos, en otro gesto de acercamiento con el gobierno de Donald Trump. La agenda incluye la base naval de Ushuaia, el proyecto estratégico argentino en la Antártida que despierta interés en Washington.
La relación entre la administración de Javier Milei y el gobierno de Donald Trump tiene un nuevo capítulo. El presidente argentino recibió en la Casa Rosada al almirante Alvin Holsey, máxima autoridad del Comando Sur de Estados Unidos, quien aterrizó en el país para una visita de tres días cargada de gestos políticos y estratégicos. El viaje de Holsey incluye también un recorrido por la Base Naval de Ushuaia, donde la Armada avanza con la construcción de un Polo Logístico Antártico que ya despertó miradas desde Washington, Moscú y Beijing.
La iniciativa de levantar una Base Naval Integrada en el extremo sur del continente no es nueva: fue pensada durante la gestión de Alberto Fernández por su entonces ministro de Defensa, Jorge Taiana, aunque el proyecto cobró fuerza ahora bajo el paraguas de la alianza Milei-Trump. Estados Unidos ve en Ushuaia una ubicación privilegiada para sostener su presencia en la región antártica, en un contexto de creciente disputa geopolítica con China y Rusia.
La base, que ya fue visitada en abril de 2024 por la general Laura Jane Richardson —antecesora de Holsey en el Comando Sur—, promete una infraestructura de peso: un muelle de 650 metros de largo por 150 metros de ancho, depósitos de almacenamiento y viviendas militares. Según cálculos extraoficiales, el plan podría demandar una inversión total cercana a 300 millones de dólares, desarrollada en varias etapas. Además de su peso estratégico, el Polo Logístico podría dinamizar la economía local de Ushuaia, una ciudad de unos 80.000 habitantes que podría competir directamente con Punta Arenas, en el sur de Chile.
En su visita a Tierra del Fuego, Alvin Holsey planea reunirse con personal militar argentino para interiorizarse sobre las misiones que se llevan adelante desde el puerto austral y el rol clave que juega en el resguardo de rutas marítimas esenciales para el comercio mundial. La embajada norteamericana informó que el viaje busca "reforzar la colaboración militar de larga data" y "avanzar en intereses compartidos", aunque no se difundieron detalles específicos de la agenda.
El paso de Holsey por Buenos Aires también contempló reuniones con el ministro de Defensa, Luis Petri, y con el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Xavier Julián Isaac. El mensaje de fondo es claro: la Casa Blanca apuesta fuerte a sostener una presencia activa en América Latina, y la Argentina de Milei aparece como un socio regional confiable. A tono con esa lógica, Buenos Aires cerró el año pasado la compra de 24 aviones caza F-16 originarios de Dinamarca, equipados con tecnología estadounidense.
Detrás de esta visita, también pesa la trayectoria del propio Alvin Holsey. Nacido en Fort Valley, estado de Georgia, el almirante es licenciado en ciencias de la computación y cuenta con una maestría en gestión militar. Antes de asumir el liderazgo del Comando Sur en noviembre de 2024, ya había desempeñado cargos de alta responsabilidad como subcomandante del propio Southcom y subdirector de operaciones en el Centro de Comando Militar Nacional.
Actualmente, Holsey tiene bajo su órbita la coordinación militar de toda América Latina y el Caribe —salvo México, que depende del Comando Norte—, y maneja uno de los diez grandes comandos unificados del Departamento de Defensa de Estados Unidos, con base en Miami. Su visita a la Argentina, menos de seis meses después de asumir, marca la importancia que la nueva administración republicana otorga al reordenamiento de sus vínculos hemisféricos.