Desde que asumió, Javier Milei convirtió a la cultura en uno de sus principales enemigos. Artistas, escritores, cineastas y músicos fueron blanco de sus ataques (principalmente mujeres, claro), con un patrón que se repite: desprestigio en redes sociales, acusaciones de "ñoquis" o "kukas" y, en los casos más extremos, censura directa. Esta semana, la víctima fue María Becerra, quien se atrevió a denunciar la inacción del Gobierno ante los incendios que arrasan la Patagonia. Su castigo llegó de inmediato: Milei la ridiculizó en X (exTwitter) y la bautizó despectivamente como "María BCRA".

X de Javier Milei

El episodio ocurrió luego de que la artista quilmeña diera un multitudinario recital en Neuquén, donde 450.000 personas corearon su show. Desde el escenario, visiblemente conmovida por la situación que afecta a las provincias del sur, Becerra pidió colaboración y criticó la falta de respuesta estatal. “Si el Estado no está dando la ayuda necesaria, la damos nosotros”, dijo ante su público. Horas después, el mandatario la atacó en redes, en una estrategia que ya se hizo costumbre.

Milei utiliza su cuenta de X como un arma contra figuras de la cultura. Ya lo hizo con Lali Espósito, a quien atacó repetidamente luego de que la cantante haya hecho un posteo de cuatro palabras que dejaron muy dolido al presidente, “Que peligroso. Que triste.” publicó Lali en ese entonces. 

Milei y su obsesión con las cantantes: críticas a María Becerra y a Lali Espósito

Una de sus ultimas movidas fue ayer, al impedir un recital gratuito de Milo J en la exESMA. El evento fue cancelado abruptamente tras una medida cautelar solicitada por el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, y avalada por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Las autoridades alegaron la falta de un plan de evacuación adecuado y otras supuestas irregularidades para justificar la suspensión. Automáticamente y de manera desproporcionada empezaron a llegar las Fuerzas Armadas (carros hidrantes, alguna ambulancia y un camión de bomberos) de Patricia Bullrich para amedrentar a los presentes que no superaban en la gran mayoría de los casos los 18 años. 

Milei y su obsesión con las cantantes: críticas a María Becerra y a Lali Espósito

Ante la cancelación, Milo J expresó su descontento en redes sociales, afirmando que el gobierno presentó "pruebas falsas" para impedir el evento. El artista señaló que se mostraron documentos con datos de salud y planes de evacuación que eran incorrectos, y que se alegó la inexistencia de salidas de emergencia que sí estaban presentes. Además, mencionó que, aunque el escenario ya estaba preparado, las autoridades lo desmantelaron, sugiriendo que la verdadera razón detrás de la suspensión fue la incomodidad del gobierno ante la congregación de 20.000 personas en un espacio de memoria. "Tengo ganas de llorar pero no voy a llorar, voy a gastar mis lágrimas en otra cosa", dijo el artista quien a las horas recibió un llamado de Charly García: “Quedate tranquilo, sabés las veces que me censuraron a mí cuando estaba en Sui Generis”.

Pero mientras Milei se ocupa de pelear con artistas, el país enfrenta una crisis ambiental que el Gobierno elige ignorar. Los incendios forestales ya consumieron más de 37.000 hectáreas en Chubut, Río Negro y Neuquén, con focos incontrolables que también afectan el norte del país. El Servicio Nacional de Manejo del Fuego opera con recursos mínimos, y según datos oficiales, solo se ejecutó un 20% del presupuesto asignado para 2024. Además, brigadistas denunciaron despidos y reducción de personal en plena emergencia.

El repudio a los ataques contra la música crece en el ambiente artístico. Lali Espósito mostró su apoyo a María Becerra compartiendo en sus redes la canción "Automático", en un gesto que sus seguidores interpretaron como un mensaje a Milei. Juanchi Baleirón, de Los Pericos, y la banda Nonpalidece también se manifestaron en contra de la censura a Milo J, mientras que Dillom y Trueno expresaron su rechazo a través de publicaciones en redes.

El ataque a la cultura no es casualidad. Milei apuesta por un modelo de país sin Estado, sin derechos y sin arte, donde las expresiones culturales independientes sean acalladas. Por eso eliminó el Ministerio de Cultura, dejó sin financiamiento a los sectores artísticos y utiliza su influencia para desacreditar a quienes cuestionan su gestión. La cultura siempre fue un reflejo crítico de la realidad, y eso es precisamente lo que Milei quiere evitar.

Mientras el Gobierno ataca a los artistas, la Patagonia sigue ardiendo y los bomberos siguen esperando los recursos que nunca llegan.