Milei y una comitiva partirán rumbo a Italia para participar del funeral en el Vaticano
El presidente argentino viajará a Roma con una pequeña comitiva. El sumo pontífice había dejado instrucciones claras para que su entierro no se tratara como el de una figura poderosa, sino como el de un pastor.
Javier Milei viajará a Roma para participar de los funerales del papa Francisco, apenas el Vaticano confirme la fecha exacta de los rituales que marcarán la despedida final del líder de la Iglesia Católica. La decisión del presidente se conoció este lunes, tras la suspensión de todas las actividades oficiales que tenía previstas, incluidas las reuniones con su vocero y con colaboradores del Gobierno.
La comitiva que acompañará al mandatario argentino será reducida: su hermana y secretaria general Karina Milei, el canciller Gerardo Werthein y el secretario de Culto, Nahuel Sotelo, quien recibió durante la madrugada la confirmación oficial del proceso desde la Santa Sede. El viaje está atado a los tiempos y protocolos definidos por la Iglesia, que ya había actualizado los lineamientos para este tipo de ceremonias con una reforma dispuesta por el propio Francisco.
En noviembre pasado el papa había aprobado una nueva edición del “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, un documento que regula los funerales de los sumos pontífices. El objetivo fue dejar en claro que su despedida no debía ser la de un soberano, sino la de un pastor al servicio de la fe cristiana. “El funeral del pontífice romano es el de un discípulo de Cristo, no el de un hombre poderoso”, explicó el arzobispo Diego Ravelli , encargado de las ceremonias litúrgicas del Vaticano.
La reforma reduce la pompa y habilita, incluso, que el entierro se haga fuera del Vaticano. Y eso será lo que ocurrirá. Francisco dejó dicho que no quería ser enterrado en la Basílica de San Pedro, sino en la Basílica de Santa María la Mayor, al otro lado de Roma, un sitio que él visitaba con frecuencia y donde se encuentra el ícono de la Virgen Salus Populi Romani, a quien tenía una profunda devoción.
El cuerpo del Papa será preparado por el servicio de salud del Vaticano y pasará primero por su capilla personal para un rito reservado, encabezado por el camarlengo Kevin Farrell, quien coordina los procedimientos entre el fallecimiento de un pontífice y la elección de su sucesor. Después será trasladado a la Basílica de San Pedro, donde habrá participación pública limitada, tanto para los fieles como para los jefes de Estado, incluida la delegación argentina.
En su despedida, Francisco evitó varios de los formalismos tradicionales: ya no habrá tres ataúdes, ni se lo colocará sobre un féretro elevado. El cuerpo reposará a nivel del suelo, en un ataúd de madera con uno de zinc en su interior. Los funerales conservarán las tres estaciones tradicionales —residencia, basílica y lugar de entierro— pero bajo un protocolo más austero, como él mismo había pedido.
Tras la sepultura, comenzarán los novendiales, los nueve días de luto oficial que marca el calendario católico. Luego se dará inicio al proceso para la elección del nuevo Papa mediante el cónclave, con la participación de todos los cardenales menores de 80 años.