Momentos decisivos: qué piden desde las diferentes tribus de UxP para no romper y llegar en unidad al 7-S
El PJ bonaerense se reunirá este sábado en Merlo para comenzar a darle un cierre a la idea de una alianza electoral que deje satisfechos a todas las partes. Qué piden desde el kicillofismo y qué pretenden desde el kirchnerismo duro y el Frente Renovador. Por qué Peronismo no convence como nombre para algunos.
La política bonaerense vive, por estas horas, momentos decisivos. Con la fecha límite para presentar las alianzas electorales fijada en el próximo 9 de julio, las diversas corrientes de los diferentes partidos mueven sus fichas con el objetivo de alcanzar una estrategia que les permita ser protagonistas en la medida que así lo consideren.
El peronismo bonaerense, no es la excepción. Por el contrario, es uno de los más convulsionados detrás de la finalidad de poder lograr la unidad. La discusión interna hoy es a qué costo y para qué. La lectura difiere no solo en relación a las diferentes tribus internas que hoy componen Unión por la Patria sino también en las distintas secciones electorales.
Hay, incluso, quienes consideran que ganar no debe ser la primera regla a la hora de pactar las listas. Que la importancia hoy pasa por mostrarse competitivos y, de esa manera, lograr una representación acorde a lo que se necesita. En esta línea se muestras algunos dirigentes del Movimiento Derecho al Futuro que comanda el gobernador Axel Kicillof. Sobre todo un grupo de intendentes que buscan que La Cámpora no conduzca sino que sea una parte más.
Algunos van más allá e insisten, en las horas previas, en la necesidad de ir separados. “Si nosotros sacamos el 40 por ciento y dos tercios de la representación se la llevan entre La Cámpora y el Frente Renovador cómo legitimamos a Axel”, le dice a Data Clave un intendente del interior. Y agrega: “Si nosotros sacamos el 20 y metemos toda gente que tiene una misma línea, salimos ganando. Las lecturas post electorales se las dejo a ustedes”, en referencia al periodismo.
Las cuentas existen. Y hoy ya se ponen porcentajes en la mesa para entender en el ideal de cada sección cuánto podría llevarse cada uno. La Cámpora y el Frente Renovador no están dispuestos a perder la presencia estelar que tienen en la Legislatura bonaerense y es por eso que necesitan tener un fuerte protagonismo en las listas de cada sección electoral.
Por el contrario, los intendentes del MDF le hicieron saber Kicillof que quieren ser parte. No es algo nuevo. Son muchos los jefes comunales que prefieren dejar el desgaste de lo cotidiano para pasar al ámbito legislativo, un espacio de menor exposición diaria, con mejor ingreso y con menos carga que, a su vez, abre otras cajas políticas de peso.
Territorio hostil
Kicillof cuenta hoy con la mayor cantidad de jefes comunales a favor: cerca de un 60 por ciento. El cuarenta y pico restante se divide entre La Cámpora y aliados, más el Frente Renovador y el Movimiento Evita. Todos hoy juegan en conjunto. La apuesta es simple. A la mayoría les conviene, en términos políticos internos, que Kicillof no les come más representación.
El kirchnerismo duro, con el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, bajo la tutela de Cristina Fernández, y el Frente Renovador están dispuestos a pelear en algunos territorios que hoy gobiernan intendentes que responden a Kicillof. El objetivo es posicionar a los primeros de la lista para ganar imagen y apuntar a la disputa partidaria en 2027 por el control del ejecutivo municipal.
“No va a pasar. Ningún intendente del MDF va a cerrar una lista con un primer candidato que no sea propia. Menos en estos momentos”, asegura otro jefe comunal del kicillofismo. Sin embargo, no todo es tan lineal. Sucede que si desde el kirchnerismo duro abren el juego seccional a intendentes, el cambio que buscan proponer es el de encabezar los territorios.
“Hay nombres que ya se tiraron. Pero que no ceden en lo territorial. Hay distritos donde es muy difícil que se pueda llegar a un acuerdo”, le dijo a este medio un diputado del kirchnerismo duro. Y ante la consulta del medio sobre cuáles serían estos municipios, la respuesta es concreta: “Avellaneda, Quilmes, Lanús, Morón y Ensenada”.
Por fuera de las corrientes que responden a Kicillof, Máximo y Sergio Massa también están aquellos que quieren ser reconocidos por su aporte. Los gremios no están afuera de la discusión tampoco el Frente Patria Grande, ni el Evita. Incluso hay intendentes que son firmes a la hora de asegurar que si hay acuerdo y La Cámpora conduce, no serán parte.
Este el caso de Gilberto Alegre, intendente de General Villegas, quien se sumó hace poco al kicillofismo tras ingresar a través de Juntos por el Cambio. “Si el proceso lo quiere conducir La Cámpora, obviamente no hay arreglo. Si ellos aceptan que el conductor es Axel, seguramente podemos avanzar, pero si la idea es que todas las listas las tiene que encabezar el kirchnerismo no hay arreglo”, según manifestó en declaraciones a un medio provincial.
Preacuerdo
La dirigencia del peronismo bonaerense se encontrará este sábado en Merlo en el Congreso del PJ provincial. El objetivo es poner sobre la mesa los diferentes planes de cada uno para lograr un preacuerdo de base que permita tener matices en los diferentes territorios. “La discusión general es seccional. Lo que se resuelva en los distritos es más muñeca propia de los intendentes. Donde va a estar muy difícil es donde no somos gobierno”, le dijo a este medio un diputado del kirchnerismo.
La idea del congreso es para mantener una conversación previa que permita saldar ciertas diferencias y limpiar algunos puntos de discordia que hoy serían elementales para poder avanzar con la negociación. La dirigencia de Kicillof se sigue mostrando contundente en la necesidad de “bancar” al gobernador.
Desde el Frente Renovador hicieron su aporte para el armado y se propuso que la coalición se llame “Peronismo”. El kicillofismo rechaza ese nombre. Siente que la idea de sumar nuevos actores de otros espacios queda completamente limitada.
Así las cosas, a cinco días del cierre de alianzas, no todo está dicho en el camino hacia la unidad. Y, por el momento, es imposible sugerir la idea de que todo tendrá un final feliz.