El ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó, ratificó su intención de pelear por ser gobernador de la provincia de Buenos Aires en 2023. A su vez, volvió a mostrar una mirada “dialoguista” y cuestionó algunos modos dentro de Juntos por el Cambio, en especial del PRO: “Si no tratamos bien a la gente que está adentro, menos va a querer venir la gente de afuera”.

El dirigente conversó con radio Provincia y volvió a exteriorizar sus aspiraciones por quedarse con el lugar que actualmente tiene Axel Kicillof: “Voy a mantener la identidad y prefiero hacer este aporte para el país y la provincia. Tengo muchas ganas de ser gobernador porque me considero un apasionado de la Provincia”.

En ese marco, el ex titular de la cámara Baja apuesta a tomar medidas estructurales que cambien el curso del país. Afirmó que se “arrepiente” de las cosas que no hace y “aprende de los errores”, y se mostró crítico en relación a la política del “gradualismo” que intentó implementarse durante el gobierno de Mauricio Macri.

“Cometimos muchos errores en lo político y en lo económico, y tenemos la autocrítica de aprender. El gradualismo fue un error y hoy continuamos con un gobierno que sigue administrando la impotencia de gobernar la Argentina”, reconoció.

En cuanto a la interna de Juntos por el Cambio, Monzó aseguró que fue “una equivocación” el hecho de “tratar de expulsar” a quienes expresaban disensos al interior de la coalición.

“Si a tus adversarios los querés expulsar nunca vas a poder lograr ganar. Me parece que esa fue una equivocación cuando fuimos gobierno. Si no tratamos bien a la gente que está adentro, menos va a querer venir la gente de afuera”, lanzó el dirigente.

En torno al manejo de la pandemia por parte del Gobierno nacional, Monzó resaltó que “en el mundo hay tres parámetros que ayudan para ver de qué manera se trabaja: la experiencia que la mayoría del mundo no tenía, la capacidad instalada del sistema sanitario y el punto más subjetivo que tiene que ver con la confianza social”.

En ese marco, destacó que “al inicio del manejo de la crisis fue muy bueno”, con la mesa que formaban el presidente Alberto Fernández, Kicillof y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta “porque dio confianza a la gente pero duró 3 o 4 meses y comenzaron a confrontar”.

Por último, realizó un breve análisis de cara al 2023, resaltando la figura del jefe de Gobierno porteño: “El gobierno falla más en la forma que en el fondo. Es algo característico del kirchnerismo. Por ello la figura de Rodríguez Larreta con su forma termina siendo el personaje a observar”.