"Se terminó constituyendo, en el actual contexto de crisis económica y financiera, en uno de los actores que sembraron en la sociedad la escalada de violencia y odio, cuyo acto más trascendente resultó ser el intento de homicidio de la Vicepresidenta de la Nación", dice el dictamen del fiscal Gerardo Pollicita, en referencia a Revolución Federal, liderada por Jonathan Ezequiel Morel e integrada por Leonardo Franco Sosa, a Gastón Ezequiel Guerra y Sabrina Basile.

"La actividad de la agrupación causó temor y alteró la tranquilidad de la sociedad y de las autoridades nacionales", afirmó el fiscal, al mismo tiempo que consideró que llevaron a cabo "un esquema delictivo que diseñaron para imponer sus ideas y combatir las ajenas por la fuerza y el temor".

"Se pudo corroborar que a través de la agrupación Revolución Federal en el período reseñado (al menos desde mayo de 2022) los nombrados alentaron e incitaron a la persecución y al odio contra determinadas personas a causa de sus ideas políticas", señaló la fiscalía. Los objetivos de esos ataques fueron principalmente "funcionarios públicos de la actual gestión del Poder Ejecutivo Nacional, Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa, Silvina Batakis, Victoria Donda entre otros".

El detenido vocero de Revolución Federal, Jonatan Morel, sostuvo ante la justicia federal que el no tuvo “la culpa” de que “un loco” haya querido matar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y negó las acusaciones en su contra, según aseguraron fuentes de su defensa.

"¿Por qué me hace esto?”, se quejó y luego sostuvo que no cometió delitos al participar de las manifestaciones a las que asistió; para luego asegurar que el no es el líder de la agrupación investigada sino un vocero que ganó espacio en los medios, mientras que el lugar de referente o fundador le correspondería al también detenido Leonardo Sosa.

El abogado Fraga Cepeda aseguró que Morel respondió todas las preguntas que se le hicieron, que entregó las claves de sus dispositivos celulares e incluso remarcó que el imputado decidió hacer uso de la palabra a pesar del consejo profesional de no hacerlo hasta que no hubieran podido compulsar todo el expediente.

Durante la indagatoria, Morel se refirió también a su carpintería, ofreció detalles del supuesto trabajo que hizo para empresas vinculadas a Caputo Hermanos y sostuvo que los pagos millonarios que recibió fueron para trabajos de carpintería y no para financiar a Revolución Federal, según explicó su defensa.

Tras las indagatorias, el juez federal deberá definir no solo si los procesa sino también si los deja detenidos. La querella que representa a la vicepresidenta ya adelantó sus sospechas al respecto de la vinculación entre esta causa y la que investiga su intento de homicidio.

También hizo foco en los aportes monetarios y transferencias que se hicieron a través de empresas ligada al exministro de Finanzas, Luis Caputo.