La muerte del subteniente Matías Ezequiel Chirino generó consternación dentro del Ejército Argentino y rápidamente se abrió una investigación para conocer los detalles del rito mortal de "bienvenida" del que participó en una unidad militar en la provincia de Corrientes.

La causa se encuentra a cargo del Juzgado Federal de Paso de los Libres y por estas horas se conocieron los detalles de la segunda autopsia: el fallecimiento ocurrió como consecuencia de una broncoaspiración y que no hubo golpes.

Actualmente se encuentran imputados tres subtenientes, dos tenientes, un teniente primero y tres capitanes por haber causado la muerte de Chirino a través de distintas acciones y omisiones, en el marco de sus funciones y aprovechándose de la autoridad que ostentaban.

El hecho ocurrió el pasado 18 de junio, durante una reunión en el quincho del casino de oficiales. Tanto a Chirino como a otros dos nuevos subtenientes "se les impartieron distintas órdenes arbitrarias, además de haber sufrido una serie de maltratos". Según la investigación, les exigieron que comenzaran a beber alcohol en exceso con el estómago vacío.

También los obligaron a colocarse ropa de gimnasia de verano y a sumergirse con ella en la pileta del lugar. Además, les ordenaron que cantaran y recitaran “la oración del soldado” y la misión del Ejército Argentino. Si se equivocaban, debían correr alrededor del quincho o hacer flexiones de brazos.

Los tres nuevos subtenientes perdieron el conocimiento, pero los responsables los abandonaron en una de las habitaciones asignadas a uno de ellos. Chirino terminó en un colchón sobre el piso, sin siquiera una frazada a pesar de las bajas temperaturas de aquella noche. Cerca de las seis de la mañana, uno de los imputados llamó a la enfermera y le pidió que vaya hasta la unidad porque uno de los nuevos integrantes “se había pasado de alcohol”, pero Chirino ya había fallecido.

“Entiendo que los imputados no pueden alegar desconocer el disvalor de su conducta, se trata de personas con instrucción militar, que se ha de suponer, que tiene la capacidad de representarse que acciones pueden causar daños en la salud de otra persona”, señaló el representante del Ministerio Público Fiscal.

Y añadieron: “Las particularidades del caso hacen pensar que los oficiales conociendo el daño que podían causar en la salud de los nuevos oficiales, con sus conductas crearon un peligro más allá del permitido lo que guarda relación de determinación con el resultado luctuoso”.

El padre del joven, por su parte, considera que fue un homicidio. "A Matías lo mataron y los nueve oficiales son igual de culpables”, sostuvo y advirtió que a su hijo “lo obligaron a tomar sin parar con el estómago vacío y a tirarse en una pileta sucia con un clima helado”.

“Se les fue completamente de las manos la situación y ninguno frenó nunca. Lo tiraron boca arriba en un colchón y lo abandonaron”, concluyó.