La Auditoría General de la Nación consideró que el endeudamiento que realizó la Argentina, a través del Bono a 100 años, "reviste una alta importancia debido a que la duración de esta deuda implica una gran carga fiscal, a un excesivo largo plazo". A fines de agosto, en un duro informe, habian cargado contra el endeudamiento del gobierno de Mauricio Macri considerando al año 2017 como al de mayor endeudamiento de la historia.

En un encuentro realizado este miércoles en la sede que el organismo tiene frente a la Plaza Congreso, sesionó el Colegio de Auditores con la presencia de su titular, Jesús Rodríguez, y los auditores generales María Graciela de la Rosa, Javier Fernández, Juan Ignacio Forlón, Gabriel Mihura Estrada, Miguel Ángel Pichetto y Alejandro Nieva. 

Si bien el cuerpo lo preside la oposición con el radical Rodriguez y la presencia en el directorio de una figura de peso como Pichetto. El peronismo tiene número para imponer informes que suelen cargar contra la gestión macrista imponiendo una agenda que en los últimos meses mantuvo en foco el endeudamiento durante los cuatro años de gobierno de la actual oposición.

En este caso, según informaron desde la AGN, se llevó a cabo un examen especial denominado Impacto y Gestión de la emisión del “Bono del Siglo” en la gestión económica de Mauricio Macri durante un período auditado que abarcó desde 2017 a 2020. 

El informe destacó que en el endeudamiento de este bono “se comprobó que no existió una estrategia de financiamiento que justificara este tipo de emisiones”. En tanto, aseguró que se recibieron más de 25 ofertas alternativas de financiamiento por parte de bancos internacionales: “todas a menores plazos y tasas”. 

Para la mayoría de los auditores “se optó por una alternativa que no había sido presentada con anterioridad por ninguno de los bancos asesores”. Además, remarcaron que esta operación requiere “un mecanismo de rescate anticipado de imposible aplicación”. 

“Se cobraron comisiones superiores al promedio para operaciones similares”, remarcaron en el informe de la AGN. Pero también, apuntan al propio ministro de Finanzas, Luis Caputo, por haber creado un fondo de inversión al que se le permitió participar de la operación. 

La auditoría destacó que “desde el punto de vista del inversor, el bono a 100 años otorgaba una Tasa Interna de Retorno (TIR) del 7,917% por un siglo. Esto es, que en 13 años de plazo se recupera la inversión inicial y 87 años de ganancias, eran ganancias netas”. 

El bono fue reestructurado por la gestión de Martín Guzmán al mando de la cartera economica. El resultado fue una quita de capital del 3% y una reducción de intereses, pasando de una tasa de 7,1% a una tasa promedio de 2,9%.