La Cámara de Diputados tendrá una nueva sesión este martes con la intención de aprobar el fortalecimiento para la justicia federal en Santa Fe tras los últimos eventos en materia de inseguridad en la ciudad de Rosario. Es un tema pendiente y ampliamente reclamado desde la oposición y el propio oficialismo de la provincia.

Este proyecto logró que Juntos por el Cambio acompañará el pedido de sesión y cambiara su estrategia de no dar quórum al oficialismo. Pero además, el consenso fue aún más amplió y el temario logró incorporar otras iniciativas, una de ellas que había enviado el ministerio de Economía.

El proyecto que también buscará aprobar la Cámara baja el martes es el “Régimen Simplificado y Cambiario para Pequeños Contribuyentes Tecnológicos”. Un intento para formalizar actividades económicas de exportación de servicios que no suelen declararse ante la AFIP.

La iniciativa apunta a trabajadores independientes de la Economía del Conocimiento y otras actividades que puedan exportar sus servicios y cobrar por su trabajo en dólares hasta un tope anual de 30.000 dólares, sin la obligación de liquidar esas divisas en el Mercado Libre de Cambios.

Los que se sumen voluntariamente al régimen deben pagar, al igual que el regimen de monotributo regular, una cuota “Monotech” que incluye el impuesto integrado, los aportes jubilatorios y la obra social. Esto tiene un sistema con tres escalas según la facturación en divisa extranjera.

Primera categoría; facturaciones hasta 10.000 dólares anuales (hasta 833 dólares por mes), segunda categoría; entre 10.000 y USD 20.000 por año (hasta 1.666 dólares por mes) y tercera categoría; entre 20.000 y 30.000 dólares (hasta 2.500 dólares por mes). Los primeros empezarán abonando este 2023 la suma de 9.247 pesos; los de la segunda, 15.712 pesos; y los de la tercera cerca de 31.000 pesos.

Actividades alcanzadas

Los servicios de la Economía del Conocimiento que podrán adherirse a este nuevo monotributo son: programadores, desarrolladores de software, desarrolladores de videojuegos, productores audiovisuales, profesionales de la bio y nanotecnología, de la industria aeroespacial y de la industria 4.0. 

Además, otras actividades que tienen un mercado de exportación: traductores, diseñadores, guionistas y periodistas, por citar algunos casos de trabajadores que venden servicios al exterior.

Y hasta jugadores que desarrollan competencias profesionales de deportes electrónicos o “e-sports”, con un régimen particular que no aporta a la seguridad social ni a la obra social.

La situación de Rosario desató el nudo del consenso en Diputados y el oficialismo logró colar al menos uno de los proyectos económicos pendientes de las sesiones extraordinarias.