Ocho elecciones en una y un rompecabezas con fichas de más: qué peso tiene cada tribu en la puja del PJ
Tanto el Movimiento Derecho al Futuro como el Frente Renovador y La Cámpora buscarán hacer valer su presencia territorial para poder armar a favor en las diferentes secciones. Cuáles son las más difíciles de cerrar.
El peronismo bonaerense vive horas definitorias camino a lo que seré el armado de un frente electoral para competir en las próximas elecciones del 7 de septiembre. Y lo que está en juego es mucho más que dos bancas en el Concejo Deliberante local o un diputado extra para el bloque de la Cámara baja de la Legislatura.
En Unión por la Patria entienden que una victoria en la provincia de Buenos Aires sería un duro golpe para digerir en el gobierno nacional luego de las sucesivas derrotas en diferentes puntos del país. Además, consideran que tras la detención de Cristina Fernández están ante la posibilidad más clara de generar un impulso para afrontar un esquema de unidad que, hasta hace semanas atrás, parecía imposible de alcanzar.
El encuentro tripartito del pasado domingo en la Casa de Gobierno bonaerense entre el gobernador Axel Kicillof; el diputado nacional y presidente del PJ de PBA, Máximo Kirchner; y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, significó el puntapié inicial para comenzar a acomodar las diferentes piezas de cara a lo que será el armado de un rompecabezas de difícil confección.
Sucede que todos quieren jugar. Y lo que sobran, entonces, son piezas. Del Movimiento Derecho al Futuro a La Cámpora pasando por el Frente Renovador, el Movimiento Evita, Patria Grande, los representantes gremiales, los dirigentes que responden a Martín Insaurralde. Todos quieren ser parte de una lista que no podrá contenerlos ni contentarlos.
Y es por esto que, más allá de respetar los diferentes municipios donde gobierna el peronismo, se pondrá el ojo sobre la representación real que tiene cada uno de las tribus políticas en las diversas secciones para, de esa manera, poder dar respuesta a todas las demandas posibles.
Conurbano presente
La primera sección electoral pondrá en juego 8 bancas en el Senado, mientras que la tercera hará lo propio con 18 butacas en la Cámara baja de la Legislatura bonaerense. Ambas regiones serán, sin dudas, las más difíciles de ordenar debido a la fuerte injerencia electoral.
Con casi 5 millones de electores, la primera sección cuenta con 24 municipios de los cuales 19 distritos están gobernados por alguna de todas las vertientes que hoy conforman Unión por la Patria. Pero no todos tienen el mismo peso electoral ni tampoco responden a una misma terminal.
El kirchnerismo duro, junto a aliados como el Movimiento Evita, cuentan con 8 distritos a favor. El MDF tiene uno menos mientras que el Frente Renovador lidera en tres municipios. Quien hoy juega por fuera en un intento de armar la tercera avenida es Julio Zamora, a cargo de Tigre.
Sin embargo, con este panorama, el massismo reclama protagonismo para una región en la que siempre tuvo ascendencia pese a que en los números finales dicen otra cosa.
En la tercera el foco de conflicto es menos repartido más directo entre quienes se encolumnan detrás de CFK y los que responden de manera directa a Kicillof. Es, sin dudas, donde más difícil se pondrá el armado. Ni Mayra Mendoza (Quilmes), ni Jorge Ferraresi (Avellaneda) están dispuestos a llevar una boleta que no los represente.
El dominio territorial del PJ es casi total. Está al frente de 17 de los 19 distritos. Pero el problema aquí es que la injerencia del MDF y del kirchnerismo duro es muy pareja. El primero controla distrito de peso como La Matanza, Florencio Varela y Avellaneda mientras que el segundo tiene a favor a Quilmes, Lanús y Lomas de Zamora. El Frente Renovador solo maneja uno (Presidente Perón) y en Esteban Echeverría, Fernando Gray todavía no dio precisiones certeras de cómo y dónde jugará.
Interior
La segunda sección renovará 11 diputados que representan a 15 partidos. De ese total, 8 son de UxP. Y acá el MDF es mayoría. Sin embargo, aquí también se ponen en juego la ascendencia del senador bonaerense Sergio Berni y la llegada de Juan Grabois, que tiene en la actualidad un diputada propia que termina su mandato a fin de año.
En la cuarta, donde se renovarán 7 senadores, la presencia del MDF es arrolladora. Sin embargo, esto no se ve reflejado en la representación parlamentaria. Por lo que los intendentes ya avisaron que quieren cambiar la ecuación que hoy tiene al Frente Renovador y al kirchnerismo duro con más cantidad de bancas a favor.
Algo similar sucede en la quinta, que pone en juego cinco bancas en el Senado. En esta región el kicillofismo es mayoría por amplio margen. Por el contrario, el kirchnerismo duro tiene una incidencia más baja. Algo que se invierte en la sexta, donde La Cámpora y aliados cuenta con los distritos de más peso y busca continuar con el poder de decisión para los 11 diputados que se renovarán.
Donde también se hace fuerte el kirchnerismo duro es en la séptima gracias a ser gobierno en Olavarría y Azul, las dos ciudades más fuertes para una sección que solo cuenta con 8 partidos. Sin embargo, la mayoría del resto de los distritos cuenta con el control del kicillofismo por lo que el lugar en las listas a ocupar para hacerse con las tres bancas en juego no será fácil.
En la sección capital, el intendente Julio Alak quiere tener incidencia directa. Habrá que ver cuánto puede imponer su balanza en favor del armado de Kicillof. Son seis los diputados que deberán cambiarse. El objetivo final es que el gobernador pueda tener en la segunda parte de su segundo gobierno, una Legislatura a medida.