Sin dudas, una de las principales preocupaciones con las que vive hoy Juntos es el crecimiento en la intención de voto hacia los libertarios. Desde el PRO, principalmente, ven como una buena parte del electorado denominado propio “se corre” por derecha hacia los nuevos exponentes de la política moderna.

Y, en ese marco, ya con el 2023 como meta, la oposición tiene en claro que es necesario poder contener la fuga de votos para poder salir a pelearle de igual a igual al oficialismo. Es por esto que, desde diversos sectores de la oposición, pusieron en marcha un operativo con el que Juntos pretenden evitar cualquier tipo de pérdida de sufragios en pos de seguir aumentando el cauce y seguir sumando como parte de una misma corriente. 

Hoy nadie mira el final. Todos tiramos para el mismo lado porque a todos nos suma igual. Ya vendrá el tiempo de saber quién queda al frente, le dice a este medio un halcón del PRO en relación a cómo los diversos aspirantes con los que cuenta la coalición trabajan en un objetivo común sin importar quién llega al final del camino.

En concreto, Juntos por el Cambio salió a posicionarse más fuerte en la construcción de un discurso más aguerrido en pos de lograr “correr” por derecha al diputado nacional Javier Milei. La idea ni siquiera aspira a sumar votos.La intencionalidad es buscar contener la fuga, refuerzan desde adentro.

Y como parte de esa estrategia hoy la oposición cuenta con un intendente y un senador provincial que tienen el mismo sueño: ser gobernador de la provincia de Buenos Aires

Y es que hoy, tanto Javier Iguacel, a cargo de Capitán Sarmiento, como Joaquín De la Torre, representante de la Cámara alta bonaerense por Peronismo Republicano, tienen la decisión autónoma y común de ser receptores del voto más duro de Juntos.

Pese a que De la Torre se lo quiso ubicar en las filas de los libertarios debido a la presencia de su hermano Pablo, funcionario de San Miguel, en la proclamación como presidenta del Partido Demócrata de la diputada nacional por La Libertad Avanza, Victoria Villarruel. Lo cierto es que “no es más que un coqueteo; no se va a ir con Milei, ni nada de eso”, le dicen a Data Clave fuentes cercanas al exintendente de San Miguel.

Cabe recordar que De la Torre se ganó un lugar en la mesa de Mauricio Macri, con quien tiene una lectura común y circunstancial que le permite ganar espacio interno ya que desde el ala de las palomas lo había corrido. El retorno del expresidente le permitió reacomodarse en un espacio donde se siente más cómodo y donde también le suma más a Juntos.

En sus últimas intervenciones, De la Torre viene radicalizando su postura interna con el objetivo de poder captar la atención de aquellos que dudan en mudar su voto hacia los libertarios.

Operativo represa: cuál es la estrategia de Juntos para contener la fuga de votos a Milei

En la misma línea, pero con otra termina interna, se encuentra el exsecretario de Energía, Javier Iguacel, quien incluso ya logró que diversos grupos de redes sociales que se dicen libertarios se referencian en algunas de las medidas que aplicó en Capitán Sarmiento como también en ciertas promesas de campaña con la mira puesta en el 2023.

El jefe comunal decidió bajar de 130 a 21 las tasas locales. Una acción que provocó la euforia de los libertarios quienes toman como modelo de gestión la decisión del candidato a gobernador que se identifica con la presidenta del PRO, Patricia Bullrich.

Y va por más. Con clara intención de seguir captando el voto más radicalizado en las últimas horas salió a prometer que “los presos tienen que trabajar. Si soy gobernador de Buenos Aires será obligatorio mediante una ley”.

Tanto De la Torre como Iguacel van detrás de objetivos propios que, a la vez, provocan una contención para el voto uniforme de Juntos. Una estrategia de contención para evitar fugas y también misterios.