Hasta el 10 de diciembre de 2021, los intendentes bonaerenses se desesperaban ante la idea de poder conseguir un cargo, tanto a nivel nacional como provincial (incluso en CABA), que les permitiera evitar la temida ley que prohibía la reelección indefinida desde 2023.

Claro, la normativa contaba con una puerta de emergencia que les posibilitaba contar como completo su mandato si pedían licencia antes de cumplir los dos años al frente desde su asunción en 2019. Fueron más de 20 los jefes comunales que pegaron el salto tanto a los diferentes ejecutivos como al legislativo.

Sin embargo, la aprobación de una nueva normativa modificó los planes. Y ahora el atajo ya no cuenta como tal y el fin de la reelección indefinida recién se aplicará a partir de 2027 por lo que los intendentes tienen en claro que para lograr continuar al frente de los distritos y, a su vez, aportar la cantidad de votos necesarios hacia arriba, deberán poner en marcha el operativo retorno.

Hoy lo importante pasa por aportar todo lo que podamos desde nuestra experiencia en gestión. Si más adelante debemos trabajar entre todos para lograr generar un caudal de votos que nos permita apuntalar la continuidad del peronismo, seguro que trabajaremos para eso”, le dice a Data Clave un jefe comunal que pegó el salto el año pasado. Y agrega: “Los intendentes ya dejamos en claro la fuerza de nuestro voto”.

En concreto, los alcaldes evalúan a futuro tener que regresar. Pero no solo para sumar voluntades para la Nación o la Provincia sino también para mantener el control de sus distritos. Es que, más allá de que muchos entienden que las elecciones pasadas fueron un reflejo de la pandemia y no dejan de ser de medio término, los distintos movimientos nacionales, sumado a la crisis interna en el Frente de Todos obliga a consolidar el poder del pago chico. "Es una posibilidad, pero no estamos pensando en eso ahora", agrega otro jefe comunal.

En las últimas horas, el hasta ahora Director de Obras del Ministerio de Transporte de la Nación, Francisco Echarren, tomó la decisión de dejar su cargo para retomar el control de Castelli, el distrito que gobierna desde 2011.

Vuelvo a Castelli con la tranquilidad de dejar un área eficiente y la certeza de que con compromiso y trabajo desde la política se transforman realidades. Como todos los que sentimos pasión por hacer, estoy convencido que nuestro lugar en estos momentos es al lado de la gente, en los municipios, militando y trabajando con todas las fuerzas para que el Frente de Todos resuelva los problemas urgentes y gane en 2023”, manifestó.

Y agregó como resumen de su labor: "Duplicamos el presupuesto asignado y en sólo 5 meses firmé y sistematicé obras con intendentes y gobernadores por más de 25 mil millones para obras en 20 provincias. Obras que van a mejorar la calidad de vida de nuestra gente. Cuando llegué en agosto no había obras en ejecución, y podemos hoy dar muestra del trabajo realizado con 69 terminales de ómnibus, 35 obras de bicisendas, nodos logísticos y aeródromos en todo el país".

Echarren, quien desde que asumió en Castelli mantiene buen vínculo con todos los sectores internos del peronismo eligió una frase de Cristina Kirchner: "Nos vamos con una certeza de que fuimos funcionarios que funcionamos. El respaldo Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el agradecimiento a la decisión política de Sergio Massa”.

Lo que no dicen los intendentes es que en el territorio, y con Máximo Kirchner al frente del PJ bonaerense, hay temor de que la crisis interna del Frente de Todos haga mella en los distritos y eleve las intenciones de otros dirigentes locales.

No se trata del único intendente que volvió al distrito. El mes pasado, el jefe comunal de Zárate, Osvaldo Cáffaro, retomó su rol tras haber pedido licencia para ocupar un cargo en el Ministerio de Hábitat. Sin embargo, a poco de conocida la nueva ley de las reelecciones volvió al lugar donde dice ser feliz.