Orden de Mayo, la condecoración entregada a Huerta de Soto que creó Aramburu y recibió Pinochet

La "Orden de Mayo" nació en 1946 como "Orden al Mérito" mediante el Decreto Nº 8506/46, durante la presidencia de Juan Domingo Perón y fue renombrada en 1957 por el Decreto N° 16.629, inspirada en la Revolución de Mayo de 1810, durante el gobierno dictatorial de Pedro Eugenio Aramburu. Su propósito inicial fue recompensar a quienes, con su esfuerzo, contribuyen al progreso, el bienestar, la cultura y el entendimiento internacional y la solidaridad con Argentina, promoviendo valores que reflejan el reconocimiento especial de la Nación y la humanidad, según normativas oficiales.

En cuanto a su estructura, la condecoración se divide en cuatro clases: Al Mérito, Al Mérito Militar, Al Mérito Naval y Al Mérito Aeronáutico. Cada clase tiene cinco grados: Gran Cruz, Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero. Originalmente, existía un grado superior, el "Collar", pero fue abolido en 1958 por el Decreto N° 4.487, ya que se superponía con el "Collar" de la "Orden del Libertador San Martín".

Estos grados son otorgados según el rango y la importancia de las contribuciones, con propuestas evaluadas por el Consejo de la Orden de Mayo y la entrega final realizada por el Presidente de la Nación. En ese momento bajo el gobierno militar de Aramburu, se determinó que también la reciban extranjeros: “Créase la Orden de Mayo cuya condecoración será otorgada exclusivamente a los ciudadanos civiles y militares extranjeros que se hayan distinguido por sus servicios y obras personales y merezcan la gratitud de la Nación”.

La Orden de Mayo tiene, como las órdenes y logias, un Gran Maestre, que es el propio Presidente; y solo es él quien la otorga; y un Consejo  Integrado por el Presidente de la Nación en Su carácter de Gran Maestre de la Orden, en la actualidad Javier Milei; y por los Ministros de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, y el de Defensa, Luis Petri. El canciller es en la actualidad y en funciones el Gran Canciller de la Orden y, por lo tanto, el depositario de la misma.

El Decreto 16.629 del 17 de diciembre de 1957 que establece todas las categorizaciones y detalles de cada condecoración está firmado por algunos personajes que simbolizan lo más retrógrado de la extrema derecha argentina: Pedro Eugenio Aramburu, Isaac Rojas, Alfonso de Laferrére, Victor J. Majó, Teodoro Hartung , Jorge H. Landaburu, Carlos R. S. Alconada Aramburu, Adalberto Krieger Vasena; que pasaron a la historia por ser parte de un gobierno de facto y criminal que muy lejos estaba de los honores de la Orden de Mayo.

Desde defensores de los DD.HH hasta Pinochet.

A lo largo de los años, la "Orden de Mayo" se otorgó a una amplia gama de personalidades, tanto argentinas como extranjeras, por sus contribuciones en diversos campos y con la consideración de mérito dependiente del gobernante de turno, democrático o de facto

Quienes recibieron la Gran Cruz de la Orden de Mayo fueron, por ejemplo: Giuseppe Manzo Embajador de Italia en Argentina (2018-2022), Emma Bonino (Política italiana y parlamentaria europea por su defensa de los derechos humanos), Valentín Paniagua (Presidente de Perú 2000-2001 por su liderazgo y defensa de la democracia), Amir Musa (Secretario General de la Liga Árabe 2001-2011), Vilma Socorro Martínez (embajadora de los Estados Unidos en Argentina 2009-2013)​, el Rey de España Felipe VI;  la Reina Sonia de Noruega o Ruperto Guillermo Tobar Rebolledo, también en grado de Caballero, por 50 años de servicio y defensa de los derechos humanos en Chile. En general, el eje de los premiados pasa por la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos, por eso hubo un par de premios desligitimados.

Dos casos particularmente polémicos en la historia de la "Orden de Mayo" son los de Augusto Pinochet y Maurice Papon, ambos despojados en 2023 por actos incompatibles con la dignidad de la orden.

Augusto Pinochet recibió la Gran Cruz en dos ocasiones: en 1975 de manos de Isabel Perón y en 1993 durante la presidencia de Carlos Menem, en las categorías Al Mérito Militar y Al Mérito, respectivamente. En septiembre de 2023, el presidente Alberto Fernández lo despojó póstumamente mediante el Decreto Nº 455/2023.

Maurice Papon, exministro francés, fue condecorado en 1979 por Jorge Rafael Videla con la Gran Cruz.  Papon fue el responsable de la deportación de 1.645 judíos franceses mientras fue secretario general de la prefectura de Gironda (con capital en Burdeos a cargo de asuntos judíos), la mayor parte de los cuales pereció en los campos de concentración nazis. Incluso fue más allá de lo que le pedían en Alemania y a la fila añadió a centenares de niños.

Entre 1949 y 1954 fue prefecto en Argelia, época en la que la tortura era usada habitualmente en la guerra sucia contra los independentistas argelinos. Siempre manteniéndose como funcionario, el 17 de octubre de 1961, como jefe de policía dirigió la represión de manifestantes argelinos, que pudo provocar unas 300 muertes. Muchos cuerpos se tiraron al Sena y aparecieron semanas después en otros pueblos.

Vale la pena mencionar el historial de este delincuente finalmente condenado por la justicia francesa, tardíamente, por delitos de lesa humanidad y por ser anciano, nunca pisó la cárcel. Es consecuente que Videla lo premiase: los militares argentinos que participaron de la desaparición y asesinatos de miles de argentinos habían sido entrenados en Francia y con los métodos aplicados en Argelia, entre otros, por Papon.

El decreto 259/2023 firmado por el ex presidente Fernández, despojó también a Papon de su condecoración del estado argentino.

Estos casos resaltan las tensiones entre el reconocimiento histórico y la revisión ética de decisiones pasadas, especialmente en contextos de dictaduras y violaciones a los derechos humanos, y abre debates sobre la idoneidad de otorgar la distinción a figuras controvertidas.

Huerta de Soto, el teócrata admirado por Milei

El 27 de abril de 2025 el economista español Jesús Huerta de Soto recibió la "Orden de Mayo" en el grado de Comendador de manos del presidente Javier Milei en la Casa Rosada. Ese grado es para encargados de negocios, consejeros y cónsules generales, coroneles y teniente coroneles, capitanes de navío y de fragata, comodoros, vice comodoros y demás funcionarios de igual categoría considerando las normas orgánicas de cada país; por lo que no se comprende por qué Huerta de Soto entró en esta categoría, si no es nada de lo antedicho.

Huerta de Soto es profesor de Economía Política en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y un destacado exponente de la Escuela Austríaca de Economía, conocido por su defensa del libre mercado y sus ideas libertarias y sobre todo, uno de los ídolos indiscutibles del presidente Milei, que suele tomar como propio y personal todo aquello que es de los argentinos.

Milei, que considera Huerta de Soto como uno de sus mentores, había participado días antes de otro agasajo al economista español, cuando lo nombraron doctor honoris causa de Eseade, la Universidad Privada que regentea la familia Benegas Lynch. Tal fue el interés en ser parte del evento que por retrasarse allí entre saludos y halagos, llegó tarde a las exequias del Papa Francisco y no pudo participar de la ceremonia funeraria.

Durante la ceremonia de condecoración, Milei elogió al economista español por su contribución a las ideas de libertad y su influencia global, subrayando su amistad intelectual y el papel de Huerta de Soto como guía en su trayectoria libertaria.

Lo que Milei soslayó, o quizá ignora, es que Huerta de Soto es mucho más que un catedrático y un economista con ideas impracticables en esa especialización. Huerta de Soto preside  España SA, aseguradora que fundó en 1928 su abuelo, Jesús Huerta Peña, y que heredó de su padre, Jesús Huerta Ballester. Su incalculable fortuna es, entonces, heredada. Huerta de Soto, la fortuna número 344 de España con un patrimonio de 160 millones, se dedicó esencialmente a dar cátedra, con tanta fruición que en 2018 una investigación de elDiario.es descubrió que había otorgado un título falsificado a la dirigente del Partido Popular Cristina Cifuentes. Nada lejano a Benegas Lynch nombrando doctor honoris causa a Javier Milei.

Es un hombre que sostiene que “Es más difícil despedir a un trabajador que divorciarse”, que el Estado “es la encarnación del demonio”, o que hay que privatizar hasta las calles, algo que repitió Milei en campaña.  Huerta de Soto es parte del Instituto Juan de Mariana, un think tank de extrema derecha que, precisamente, premió a Javier Milei hace unos meses, y quizá por ello la devolución de gentilezas con la Orden de Mayo.

Huerta de Soto tiene, además, un profundo pensamiento religioso. Pertenece a la extrema derecha católica dice, por ejemplo, que  “Dios es libertario y está con nosotros”. Propone, además, “dedicar todo nuestro esfuerzo y energía, intelectual y física, todo nuestro ser, a desmantelar los Estados e impulsar el orden espontáneo de Dios”. Descree por completo de las democracias, a las que considera demoníacas del mismo modo que al Estado, y aunque no se priva de recibir algunos beneficios del mismo como esta condecoración, sostiene que es indispensable desterrar al satanismo de la faz de la tierra e implementar una suerte de "teocracia". Algo similar a lo que propone la secta fascista "El Yunque", de origen mexicano con enorme peso en España, y que estaría detrás de muchos de estos líderes liberales y de extrema derecha en América y Europa.

Cuando falleció el Papa Francisco Huerta de Soto estaba en Argentina, en un periplo que incluyó una visita a la Quinta de Olivos, donde se fotografió con el presidente delante del cuadro que él mismo le regaló a Milei en ocasión de un viaje de éste a España; el encuentro con el mandatario en Eseade y posteriormente en Casa Rosada para la condecoración. En el interín también coincidieron en el estudio de televisión donde Antonio Laje entrevistaba a Huerta de Soto, y a donde llegó Milei de sorpresa. En ese momento Huerta de Soto decía acerca del Papa Argentino muerto horas antes: "Podemos estar seguros de que Francisco está ya viendo la faz de Dios. Y no solo eso, sino en contacto directo con la verdad. Y la verdad tiene dos caras: científica y moral. Y la verdad moral es, ya la ve, que el Estado es como institución la encarnación del Maligno en la Tierra. Ratzinger lo explica en una de sus obras: es el Anticristo, por decirlo de alguna forma".

No es de extrañar, entonces, que el presidente Milei llegara tarde a las exequias en las que participaron decenas de otros presidentes, por atender al economista español. Huerta de Soto, y del mismo modo Milei, a pesar de considerar al estado "la encarnación del maligno", reciben los privilegios y honores del mismo, porque es maléfico cuando debe responder ante las necesidades ajenas, pero ideal cuando se trata de cubrir los deseos propios.

La "Orden de Mayo" es un símbolo de reconocimiento y gratitud por parte del Estado argentino, pero su historia también refleja las complejidades de las relaciones internacionales y la importancia de mantener estándares éticos al otorgar tales honores, que no son compensaciones personales sino distinciones de todo un pueblo. Desde sus orígenes en 1946 hasta los casos recientes de despojo, esta condecoración ha sido un espejo de los valores y los desafíos de cada gobierno y su pretendido lugar en el mundo.