La puja sin fin. Ese podría ser el título para definir aquello que el gobierno nacional enfrenta hoy puertas adentro. Sucede que los dichos de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre la necesidad de que los gobiernos tomen el control de los planes sociales, como se sabe, no cayeron para nada bien en los movimientos.

Con este panorama de fondo, y luego de los dichos de los principales referentes de distintos movimientos como el Evita, con fuertes críticas de Emilio Pérsico y Fernando Navarro, desde el kirchnerismo difundieron un comunicado en apoyo a la vicepresidenta y le apuntaron a los aliados del Presidente por “tergiversar las palabras de Cristina”. Algo que tildaron de “lectura liviana” de sus declaraciones, acompañado de una “profunda ignorancia respecto de las políticas públicas que se aplicaron durante 2007 y 2015".

Se ha convertido en deporte nacional tergiversar las palabras de Cristina. Hacerle decir cosas que no dice, hacerla confrontar con quien no confronta. Que lo hagan los medios hegemónicos no sorprende, es una costumbre instalada desde que Cristina fue elegida presidenta en 2007. Que esta función sea ahora emprendida por algunos dirigentes de organizaciones del proyecto nacional es de una gravedad inusitada", dice el comunicado.

El documento fue presentado por la Corriente Militante Lealtad, Corriente Peronista 13 de Abril, la Federación de Trabajadores de la Economía Social (Fetraes), Descamisados y la Federación de Cooperativas de trabajo de la Provincia de Buenos Aires, entre otras. Todas organizaciones sociales cercanas al kirchnerismo.

Además, el comunicado destacó que "los movimientos sociales tienen un lugar de trascendencia en nuestro país", que consiste en reparar y asistir "donde el Estado no asiste ni contiene, que son organizaciones que protegen a vastos sectores de nuestro Pueblo en situación de hambre y necesidad".

El kirchnerismo tomó nota de lo sucedido con los embates sufridos por la vicepresidenta luego de sus declaraciones y salió a reposicionarse desde un lugar de apoyo con el objetivo de mostrar la otra cara de los movimientos sociales.

El texto también recordó que las organizaciones sociales son "consecuencia de las nefastas políticas económicas del neoliberalismo y la derecha en nuestro país", contra las cuales "combatieron y enfrentaron" los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, al debatir "cómo distribuir la riqueza".

Y agregaron: "El problema no es de falta de trabajo y de salarios pauperizados, sino del modo en que se distribuye la riqueza que genera el país. Este es el combate real del discurso de Cristina que las organizaciones sociales y sindicales debieran reivindicar. Es imprescindible generar condiciones de trabajo dignas, sea en trabajadores y trabajadoras de la economía formal como en las trabajadoras y trabajadores de la economía social".

El documento también fue firmado por Identidad, Peronismo Militante Organizado, La 20, Unidos y Organizados, la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo y Fuerza Colectiva.