Pacto LLA-PRO y consolidación de la tercera vía condicionan unidad: Kicillof y CFK forzados a acordar
La expresidenta y el gobernador acusaron recibo del principio de encuentro entre violetas y amarillos. Sin margen de error, desde adentro aseguran que se logrará llegar a un punto de unión, pero que "para el 2027 ya está todo roto".
El principio de acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO para ir juntos en las próximas elecciones bonaerenses del 7 de septiembre impactó de lleno en el corazón del peronismo y dejó a los principales dirigentes de Unión por la Patria en la obligación de llegar a un acuerdo que, desde ambos sectores, aseguran que será “forzado”.
Ya no hay margen de error. Y en el peronismo lo tienen claro. “La unidad es necesaria, pero está costando”, le dice a Data Clave uno de los dirigentes que sigue el proceso de primera mano. Y agrega que “llegar se va a llegar pero el principal problema van a ser las consecuencias”.
Cuando faltan cerca de 50 días para el cierre de listas (19 de julio), “no hay diálogo” entre la presidenta del PJ nacional, Cristina Fernández, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Y, por el momento, no hay intención de que esto cambie. Ambas corrientes aseguran que en los tiempos políticos todavía falta mucho.
Lo cierto es que desde los dos frentes buscan lo mismo: poner condiciones e imponerse para lograr un mejor de nóminas. Una puja que queda chica en un marco de apatía electoral como quedó demostrado en las elecciones provinciales y en la Ciudad de Buenos Aires.
Con ese marco de fondo, el peronismo deberá salir a dar la pelea frente a una oposición en unidad. Algo a lo que Unión por la Patria venía apostando en contra. Y que, en diferentes charlas informales, aseguraban que no se iba a dar por la puja de poder entre violetas y amarillos. Sin embargo, la oposición bonaerense está cerca de lograr lo que el propio oficialismo no consigue.
“Cristina Kirchner se cansa de decir que quiere trabajar por la unidad para poder ganar la Provincia, porque la derrota allí sería casi una catástrofe para el peronismo”, manifestó en las últimas horas la presidenta del bloque de UxP en la Cámara alta de PBA, Teresa García.
La lectura es clara. Y también correcta. El peronismo tiene a la provincia de Buenos Aires como bastión elemental. Y una caída no solo dejaría al peronismo fuera de competencia sino también a Kicillof sin la gobernabilidad necesaria para encarar los próximos dos años de gestión frente al desafío futuro de la presidencia.
“Vamos a trabajar para ganar. La unidad es una condición necesaria, pero no suficiente: tiene que estar basada en una estrategia política y no solo en una táctica electoral de corto plazo”, respondió el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco.
¿Orden y progreso?
Con la intención de reacomodar las piezas rumbo a lo que viene. Y con un rol activo luego de participar el pasado domingo en el Encuentro de la Cultura Popular, CFK llamó para este martes a una reunión extraordinaria del Consejo Nacional del PJ. Lo que está en juego es el temor a una doble derrota en septiembre y también en octubre. La expresidenta no cede en la idea de que Kicillof revea el desdoblamiento.
Pero el gobernador no tiene intenciones de ceder. Y es por eso que en las últimas horas puso en marcha el Comando Electoral Bonaerense. El dispositivo estará conformado por un total de 28 mil efectivos, de los cuales 22 mil serán agentes de la Policía Bonaerense y los restantes 6 mil provendrán de fuerzas federales. La participación de la Nación, que venía siendo gestionada por el Ejecutivo provincial desde hace semanas, finalmente se confirmó como parte del esquema de cooperación para garantizar el desarrollo de las elecciones.
La distancia es notoria. Y así lo hizo saber el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, quien tomó los datos de la historia para dejar sentada una idea concisa: "El peronismo gana elecciones cuando resuelve problemas, y cuando no lo hace, pierde. No es un tema de personas, sino de cómo volvemos a conectar con la sociedad”.
Los problemas hoy existen. Y ya hay quienes hablan de "malas intenciones". “Siempre hay alguno”, le contesta a este medio una dirigente del conurbano que juega con Kicillof en referencia a la posibilidad de que el kirchnerismo duro no ponga toda la carne al asador para, en caso de no lograr una victoria, el gobernador quede como el padre de la derrote y su camino al 2027 quede trunco.
Mientras que desde el kirchnerismo duro sostienen que “ya está todo roto para el 2027, pero hay que armar en unidad para el 2025”. Se trata del mismo dirigente que aseguró que no le llama la atención que la tercera vía que se está conformando en la Provincia sea parte de un armado más amplio con Kicillof.
Movimientos
“De golpe te aparecen nuevas corrientes. Todas juntas. Cuidando las palabras que decir y las que no decir. Que no acá, ni allá. Pero sin nombrar a otros”, sostiene. La referencia viene a cuenta de la presentación pasada del Movimiento Derecho al Futuro de Kicillof y de la última presentación de Para Adelante, el espacio nuevo de Facundo Manes. La idea de una unidad entre Kicillof y Manes suena descabellada.
Sin embargo, la tercera vía también se erige como un frente complejo. Y las lecturas hacia adentro sobre a quién podría perjudicar se reparten. Sin embargo, la mayoría coincide que quien más podría perder votos sería el peronismo de confirmarse la llegada de algunos jefes comunales de UxP que hoy no encuentran respuestas internas.
Así las cosas, el peronismo tiene claro que más allá de lo que pasa del otro lado de la vereda, la prioridad pasa por encontrar un punto de encuentro. Por ahora, parece difícil.