El próximo 5 de noviembre se llevará a cabo en Mar del Plata un nuevo cónclave del PJ bonaerense. Un encuentro que servirá para volver a poner sobre la mesa las diversas posturas que hay en torno a la decisión de eliminar o no las PASO.

El kirchnerismo está decidido a apoyar todo movimiento en contra de las primarias y así lo dejaron en claro sus principales portavoces bonaerenses. "Si Alberto Fernández quiere ir a una PASO está bien, pero la sociedad ya le dijo que no", manifestó en los últimos días la presidenta del bloque del Frente de Todos en el Senado, Teresa García. En la misma línea ya se había expresado el presidente del PJ bonaerense y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, cuando dijo que “para un oficialismo, que su Presidente vaya a PASO con otros competidores es, cuanto menos, extraño”.

Lo cierto es que no todos piensan lo mismo que el conductor del partido a nivel provincial. Y eso, claramente, anticipa un escenario de discusión interna que podría ir creciendo hasta que, en definitiva, sea el Congreso quien defina la situación. El proyecto ya está presentado. Pero los números para su aprobación no están del todo claros. 

El aviso al FdT, en forma de amenaza política, que dio a conocer hoy el diputado nacional del PRO, Luciano Laspina, así lo expone. "Si traen la discusión de las PASO, tenemos los votos para incorporar la boleta única, ya que hay consenso con casi todos los bloques opositores, incluso con los que quieren derogar las PASO. Hay firmados varios comunicados. Hagan bien la cuenta electoral".

Más allá que el kirchnerismo presiona desde la cúpula para eliminación de las PASO, en Provincia entienden que más allá de los posicionamientos no hay margen para tomar una decisión propia y dan un paso al costado en torno a la definición. "Lo que se resuelva en el Congreso", le dice a este medio una fuente con despacho en la casa de gobierno bonaerense.

La postura del Frente de Todos no es universal. Tampoco incluso dentro de La Cámpora. Los posicionamientos internos están vinculados a las necesidades de los diferentes dirigentes. Por caso, son varios los dirigentes de La Cámpora que buscan llegar al poder en los distritos y que, para lograr el objetivo, deberían ganar una PASO debido a que en la estructura política local no serían prioridad.

Incluso hubo jefes comunales con banca propia que se opusieron. Como el caso de Mario Ishii, a cargo de José C. Paz: "Después de perder una elección, es un error y una ingenuidad política sacar las PASO, son necesarias. Es una herramienta de apertura política donde todos pueden participar, expresarse y de esta manera, sumará un caudal electoral que al Frente de Todos".

Esta postura también la tienen aquellos dirigentes que fueron descartados de las elecciones del 2021 por la Junta Electoral del FdT. "La idea nuestra es participar. Tiene que haber PASO. La lógica de que tienen que estar todos adentro tiene sus dificultades. Pero dentro del movimiento peronista, que es más que el Partido Justicialista, la finalidad es participar. La única forma de sacarnos es proscribiéndonos como ya hicieron en 2021, lo que llevó a que se pierdan las elecciones", le dice a Data Clave, el exintendente de Merlo, Raúl Othacehé.

Lo que está claro por demás es que el Movimiento Evita es uno de los principales motores internos en cuanto a la oposición de la derogación del sistema. Algo a lo que también se plegó la CGT que, en su afán por también presentar listas propias quiere dar la compulsa interna para, de mínima, conseguir mayor representación interna en los distritos.

 Con este marco de fondo, el Frente de Todos se enfrenta a una de las compulsas internas clave para terminar de definir de qué manera se posicionará en las elecciones del 2023. Una puja que expone no solo la fragilidad de la unidad sino también los diferentes caminos personales que se buscan tomar. De cómo una idea que surgió para provocar un mayor desgaste en la oposición podría convertirse en aquello que finalmente termine de fisurar un espacio cada vez más endeble.