Polémica en Mar del Plata: buscan habilitar la venta de alcohol durante la veda electoral
"Resulta anacrónico que el Estado imponga una paralización parcial de la vida económica, cultural y social", aseguró concejal que responde a Montenegro.
La veda electoral que rige durante las horas previas a los comicios nacionales o provinciales tiene como fin que los votantes puedan reflexionar sin ser influidos por aquellos candidatos que participan en acto cívico como tampoco por otros factores externos.
En Argentina, son varias las prohibiciones que rigen al respecto como, por ejemplo, la realización de espectáculos populares al aire libres o en recintos cerrados o las fiestas teatrales o deportivas, con el fin de evitar incidentes o por el simple hecho de no desalentar con otras opciones el día de votación.
La difusión de encuestas electorales, la realización de actos públicos de proselitismo o la venta de alcohol tampoco están permitidos. Al menos hasta el momento. Sucede que en Mar del Plata, un concejal que responde al intendente Guillermo Montenegro buca modificar este último punto.
“En pleno siglo XXI resulta anacrónico que el Estado imponga una paralización parcial de la vida económica, cultural y social de los ciudadanos con motivo de una jornada electoral”, aseguró Julián Bussetti en su proyecto, el cual solo recibió el apoyo de dos de los cinco integrantes que tiene el PRO.
Y agregó que “las restricciones implican un destrato hacia los comerciantes, emprendedores y empresarios de Mar del Plata, que dedican amplias horas y esfuerzo a ofrecer bienes y servicios de mejor calidad a mejor precio y que día a día contribuyen al trabajo con cientos de miles de marplatenses”.
Incluso Bussetti afirma que hay casos en otros países en los que, según su parecer, la apertura comercial “no interfiere en el normal desarrollo de los comicios” y que la ciudadana es lo suficientemente madura para “votar libremente sin necesidad de restricciones generalizadas al movimiento o al consumo”.
La propuesta fue derivada a comisiones para su tratamiento y análisis, pero todavía no tiene fecha confirmada. En paralelo, generó repercusiones en redes sociales y entre cámaras empresariales locales que históricamente solicitaron mayor flexibilidad durante los fines de semana electorales.
Desde la oposición no tardaron en acusar al edil de buscar sacar rédito político con una medida que calificaron como “superficial”.