Fernando Sabag Montiel es el principal acusado de intentar asesinar a la vicepresidenta Cristina Kirchner el pasado 1° de septiembre. Pasa sus días tras las rejas aunque cuenta con un teléfono para no perder el contacto con allegados y su abogado.

Pero días atrás sorprendió cuando concedió una entrevista a un canal de televisión. “Actué sólo, el tiro no salió porque me puse nervioso”, dijo el hombre que disparó sobre la cabeza de la vicepresidenta cuando llegaba a su domicilio en la Recoleta, en declaraciones al canal C5N, desde la cárcel de Ezeiza, donde se encuentra detenido.

Sabag Montiel no se arrepintió de lo que hizo y buscó desligar con sus declaraciones a su novia Brenda Uliarte y a Fernando Carrizo, como también a la organización Revolución Federal.

En este escenario, el fiscal Carlos Rívolo le pidió a la jueza federal María Eugenia Cappuchetti restringirle sus comunicaciones exclusivamente a su abogado y familiares. “Dada la gravedad institucional de los hechos objeto de la presente pesquisa, y con el exclusivo fin de preservar su seguridad, habré de sugerir al Tribunal que se disponga restringir las comunicaciones que reciba el detenido en el establecimiento carcelario, a su defensa y/o allegados autorizados específicamente por él”, señala la presentación judicial.

Hace varios meses que ya no quiere recibir la visita de su defensor oficial Juan Martin Hermida, como también rechazó ser entrevistado por una psicóloga. Al mismo tiempo, Sabag le mandó una carta al fiscal Diego Luciani -acusador en el juicio conocido como Vialidad-, a quien le dijo que está secuestrado por la expresidenta y por la jueza Capuchetti.

Ante esta situación, Capuchetti pidió un informe al Servicio Penitenciario Federal en el que se detalló que está “alojado en el sector de Área de Observación Continua (AOC), en la celda N° 01 dependiente del Servicio Psiquiátrico para varones”.