Luego de que el Gobierno suspendiera el aumento del 7% en las prepagas, porcentaje que había recibido autorización oficial antes de ser dejado sin efecto, el titular de la Unión Argentina de Entidades de Salud, Claudio Belocopitt, anticipó que elevarían reclamos en la Justicia. Asimismo, acrecentó las tensiones entre el oficialismo, las prepagas y las obras sociales luego de que Cristina Kirchner anticipara que pretende una “reformulación del esquema sanitario que integre lo público, lo privado y las obras sociales para optimizar recursos”.

Esta mañana, en diálogo con Radio Mitre, Belocopitt dijo que “tenemos una máxima alerta ante la situación. El Gobierno tiene derecho a presentar el plan de salud que quiere. Lo que no puede pretender es que todos los agentes de salud se muevan sin saber a dónde van, con un congelamiento de los ingresos y sin congelamiento de los egresos”.

Además, agregó que “no es necesario ir por más, ya que la gente ya puede atenderse en el sistema público”. En tanto, aseguró que el 70% de los pacientes son atendidos en el sector privado. Aclaró que la iniciativa permanece en estado de rumor, aunque afirmó que se avanzaría un paso más sobre las obras sociales y advirtió que “el congelamiento de tarifas por abajo de los costos es absolutamente peligroso”.

La idea de la vicepresidenta, como adelantó Data Clave, es reformular el esquema de prestaciones asistenciales de Salud de la Argentina. En palabras de Cristina, “reconceptualizar el sistema ya que la pandemia mostró que algunos lugares tienen muchos recursos que a otros les faltan: tenemos un modelo concéntrico que debe ser reformulado”. Como explicó a este medio el jefe de asesores de la cartera sanitaria bonaerense, la integración también sería vertical en los niveles jurisdiccionales: Nación, provincias y municipios.

El plan del Gobierno parte de la concepción de que existe “un subsidio muy fuerte del sector público a los otros” ya que allí son derivados los pacientes con cobertura de obra social o prepaga en muchos casos. Pero las obras sociales ya sentaron posición y preparan la resistencia: la CGT cree que es un avance con el objetivo de restar poder a los sindicatos, aunque el Gobierno lo niega: “La idea no es que desaparezcan, sí que tengan más servicios propios y más relación con el sector público”, cuenta un alto funcionario del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. El rol de Hugo Moyano, distanciado de la cúpula gremial, todavía es una incógnita.