Las medidas restrictivas en Formosa parecen variar según el apellido sobre quien se apliquen: en las últimas semanas la policía provincial desbarató distintas convocatorias cortando la luz de los locales y requisando a organizadores e invitados en férreos operativos. Pero ahora, un sobrino del gobernador Gildo Insfrán festejó su cumpleaños con una pool party en una finca y la celebración se desarrolló sin ningún tipo de interrupción de las fuerzas de seguridad.

“Carlitos” cumplió 23 años, convocó a un DJ y reunió a varios y varias jóvenes que publicaron imágenes en las redes sociales, donde se ve a personas abrazadas, sin barbijo ni distancia: “Los ángeles de Charlie. Te amamos” dice uno de los posts donde se ve al joven entre diez amigas. La fiesta fue en “La Rosadita”, como llaman a la finca que el padre del cumpleañero y hermano del mandatario provincial, el legislador Carlos Insfrán, posee sobre Ruta Nacional 86 en el acceso a Laguna Blanca.

Según informaron a este medio, los invitados llegaron al lugar desde la capital formoseña sin inconvenientes, e incluso pararon en hoteles para asistir a la fiesta. Se da en la provincia donde casi 8000 personas esperan por volver a sus casas luego de meses de autorizaciones denegadas o demoradas, en un drama que llegó hasta la Corte Suprema y que, en muchos casos y pese al fallo del máximo tribunal, hoy se ven imposibilitados de regresar por los costos que pone la gobernación.

Consultadas sobre la reglamentación vigente en este tipo de eventos, las autoridades oficiales informaron a Data Clave que las fiestas privadas están terminantemente prohibidas y que solo se permiten reuniones familiares domingos y feriados, hasta diez personas y al aire libre.