Un diputado bonaerense presentó en las últimas horas un proyecto que tiene como objetivo instituir por ley el “Día Provincial del Auxiliar No Docente”. La iniciativa surge a modo de homenaje hacia Sandra y Rubén, vicedirectora y auxiliar de la Escuela N°49 de Moreno fallecidos en 2017 por una explosión a causa de una pérdida de gas.

Para el legislador del Frente Renovador, Carlos Puglelli, la tragedia de Sandra y Rubén debe ser recordada como “una llamada urgente a la reflexión sobre la importancia de reconocer y garantizar las condiciones laborales de los auxiliares no docentes” en todas las escuelas bonaerenses.

De esta manera, Puglelli propuso establecer el último viernes de agosto de cada año como el Día Provincial del No Docente. “Es un paso fundamental para reafirmar el compromiso con sus derechos y con la mejora continua de las condiciones laborales en el ámbito educativo”, manifestó.

El trabajo del No Docente es fundamental para el funcionamientos de nuestras instituciones educativas. Abren las puertas cada mañana, organizan los espacios, preparan los comedores, realizan tareas de mantenimiento y, muchas veces, son los últimos en irse. Desempeñan un papel esencial que no puede seguir siendo invisible”, aseveró el legislador.

Vale recordar que el episodio ocurrió el 2 de agosto de 2018 a las 8.06 en la Escuela Primaria N°49 “Nicolás Avellaneda” de Moreno. Una pérdida de gas produjo una explosión que le costó la vida a Sandra y Rubén, mientras estaban preparando el desayuno para los alumnos que tenían que ingresar 25 minutos después.

Los familiares siempre apuntaron alto y culparon a la entonces gobernadora María Eugenia Vidal y al ministro de Educación, Gabriel Sánchez Zinny. El abandono y la desidia fueron de la gobernadora y de Sánchez Zinny. Es una cadena de responsables. Sandra y Rubén fueron víctimas de ese abandono y de esa desidia de la gobernadora y del ministro”, aseguraron poco después del hecho.

Recuerdo que ese día me desperté y él me preguntó qué iba a desayunar. Recuerdo haberle dicho ‘Papá no vayas a trabajar’, pero él me dijo que no podía faltar porque tenía que ir a prepararle el desayuno a los chicos, así como yo debía ir a mi escuela, contó Maia Rodríguez, la hija de entonces 17 años del auxiliar cuando se cumplió el quinto aniversario de la tragedia.