Este miércoles, las calles de la Ciudad de Buenos Aires vuelven a ser escenario de una jornada caliente de protestas contra el gobierno de Javier Milei, con múltiples reclamos que desafían de lleno el protocolo antipiquetes impulsado por Patricia Bullrich desde el Ministerio de Seguridad.

Como cada semana, los jubilados se movilizan al Congreso para reclamar un aumento en los haberes, la restitución de los medicamentos gratuitos del PAMI y expresar su rechazo al veto presidencial que frenó la reforma previsional votada el año pasado. La protesta no será en soledad: esta vez los acompañará el nuevo Frente Multisectorial, integrado por organizaciones sindicales de la CGT, la CTA y distintos movimientos sociales.

A las 15, la concentración arrancará en la puerta del cine Gaumont, a pasos del Parlamento. Con el antecedente de represiones anteriores, se espera un fuerte despliegue policial.

Pero no es la única manifestación del día. En paralelo, el Hospital Garrahan es epicentro de un paro de 24 horas convocado por la Asociación de Profesionales y Técnicos, en rechazo al ajuste del Gobierno nacional y los dichos del vocero presidencial Manuel Adorni, quien los tildó de “ñoquis”. Como respuesta, los trabajadores montaron una “ñoquiada” simbólica en la puerta del centro de salud pediátrico.

"Si siguen vaciándonos esto no se va a poder sostener más, y esto llevó muchos años gestarlo para que en dos años nos borren", advirtió Carolina Goedelmann, bioquímica del hospital, en diálogo con Telefé. El reclamo central es por una recomposición salarial del 100% y un ingreso inicial igual a la canasta familiar, calculada en $1.800.000 para todos los niveles de trabajadores.

Además, el Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos, que nuclea a más de 150 organizaciones, también se moviliza este miércoles. Conformado por gremios como la CATT, la FeMPINRA, ATE, la UOM, la UTEP, SATSAID, CCC y ambas CTA, el espacio tendrá su acto central frente al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, comandado por Federico Sturzenegger.

"Sturzenegger es el monje negro y en su cartera se pergeña la destrucción del Estado y la quita de todos nuestros derechos laborales", disparó Rodolfo Aguiar, titular de ATE, en declaraciones a Radio Diez.

Los sindicatos reclaman reapertura de paritarias, recomposición salarial, cese de despidos, reincorporación de personal, y rechazo a las privatizaciones y venta de inmuebles del Estado.

Y como si todo esto no alcanzara, desde la madrugada las organizaciones piqueteras y partidos de izquierda iniciaron una vigilia en la estación Darío y Maxi (ex Avellaneda) para conmemorar los 23 años de la Masacre de Avellaneda. El jueves por la mañana movilizarán al Puente Pueyrredón para realizar un acto en homenaje a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.

La tensión entre las calles y el Gobierno no afloja, y el miércoles vuelve a ser el epicentro donde convergieron los reclamos sociales, previsionales, laborales y sindicales.