Cuando Martiniano Molina, en su carácter de flamante diputado bonaerense del PRO, levantó la mano en favor de la modificar la ley que prohibía la reelección indefinida, se compró un problema interno que, en la actualidad, parece no tener solución. Con su apoyo al cambio, el exintendente de Quilmes se puso en contra a la exgobernadora María Eugenia Vidal y a un buen grupo de dirigentes locales, provinciales y nacionales. El impacto fue directo y al cheff “le hicieron la cruz”.

Desde ese entonces, las diferencias entre Martiniano y los referentes de Vidal a nivel provincial se profundizaron. Más luego de lo que fueron las elecciones de noviembre pasado en lo que lo acusaron de “no caminar la sección”. Cabe recordar que Molina encabezó la tercera como primer candidato a diputado provincial y tras perder por 8 puntos en las PASO, la diferencia negativa se acrecentó y pasó a ser de 13 puntos. Se trató de la única región en la que la oposición no ganó.

Se sabe que, ahora, Molina apunta a convertirse nuevamente en candidato a intendente de Quilmes. Cuenta con la ventaja, y la desventaja, de haber estado a cargo entre 2015 y 2019, cuando cayó frente a la camporista Mayra Mendoza.

Sin embargo, su apoyo interno volvió a caer cuando formó parte de una peña con otros dirigentes del PRO a la que fue invitado el exgobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, quien no tuvo reparos para criticar el gobierno de Mauricio Macri ante el silencio de los presentes.

Ese dato no pasó de largo. Y, en el marco de un encuentro del PRO en Costanera para comenzar a perfilar el camino hacia las elecciones 2023, y para analizar los recientes cruces con la socia política Elisa Carrió, el ex presidente fue muy gráfico sobre quiénes deben estar y quiénes no en el futuro armado político de Juntos por el Cambio. En concreto, pidió dejar de traer “inventos a la Provincia de Buenos Aires”, según sus propias palabras. En ese sentido, puso de principal ejemplo a Molina de quien dijo que “no sabía gobernar”. Y agregó: “Hay que capacitar a los candidatos a intendentes”.

No fue un mensaje al aire. La referencia directa a Molina es parte de lo que para muchos dirigentes del PRO es una devolución a lo que consideran una “traición” de parte del exjugador de handball.

Recorrida local

De perfil bajo, Molina continúa recorriendo Quilmes con la intención de reposicionarse en la batalla interna por quedarse con la candidatura principal a nivel local. Días atrás estuvo junto al exministro de Transporte, Guillermo Dietrich. Ambos recorrieron el Metrobús de la avenida Calchaquí. Cuestionar la falta de mantenimiento del carril exclusivo de colectivos

Por su parte la diputada nacional María Sotolano, que también participó de la recorrida, agregó: "Lo que siempre destacan los vecinos y comerciantes, es su profunda preocupación por la falta de seguridad, la agobiante carga impositiva a la que tienen que hacerle frente y, a la casi nula presencia del Estado. Hay que tomar las decisiones necesarias y elaborar políticas públicas que mejoren la vida a miles de personas que hoy están atravesando un nivel de vulnerabilidad sin precedentes”, concluyó.

Carlos Vargas Eguinoa, referente local del PRO Quilmes, dijo junto a Dietrich y Molina: “De acuerdo al sitio web del municipio, un comercio debe cumplir con once pasos para obtener su habilitación. El trámite podría simplificarse a menos de la mitad. Es imprescindible liberar a los comercios y a las PyMEs de tanta burocracia. Los comerciantes y los empresarios dedican más tiempo a cumplir con lo que les exige el Estado que a desarrollar sus negocios”.