En un movimiento que generó sorpresa en el mundo eclesiástico, el Papa Francisco designó este viernes como nuevo arzobispo de Buenos Aires al actual obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, de 55 años, etiquetado como un “cura villero”.

Simultáneamente con su designación, el Vaticano aceptó la renuncia presentada por el cardenal Mario Poli, al haber cumplido 75 años -el 29 de noviembre de 2022 pasado- y lo designó administrador apostólico de Buenos Aires, con las facultades de arzobispo arquidiocesano, hasta la toma de posesión canónica de su sucesor.

Poli tuvo este jueves 25 de Mayo una de sus últimas actividades oficiales de relevancia al encabezar el tradicional Tédem en la Catedral porteña, al que tambien asistió por última vez el presidente Alberto Fernández.

El canciller Santiago Cafiero fue uno de los primeros en saludar el nombramiento del nuevo arzobispo y en destacar las características de García Cuerva y su pastoral en favor de los más humildes y necesitados.

“El Papa Francisco designó a Jorge García Cuerva como nuevo arzobispo de Buenos Aires. Es una gran noticia. Jorge es un pastor del pueblo. Lo conocí cuando fue vicario de Nuestra Señora de la Cava, en San Isidro, donde fuimos testigos de su enorme compromiso y sensibilidad social”, escribió Cafiero, oriundo del partido de San Isidro.

Nacido el 12 de abril de 1968 en Río Gallegos, García Cuerva cuenta con una importante trayectoria académica -es abogado y teólogo- y además posee una profunda inserción pastoral: fue capellán de varios penales y secretario de la Pastoral Carcelaria del Episcopado y se desempeñó como párroco en la populosa villa La Cava, en San Isidro, así como en otras villas del conurbano bonaerense.

Además de la militancia barrial, García Cuerva tiene una importante formación intelectual y religiosa. El flamante arzobispo porteño estudió Filosofía y Teología y recibió su ordenación sacerdotal a fines de 1997, cuando tenía solo 29 años. Además, está especializado en Historia de la Iglesia por la UCA y tiene una licenciatura en Derecho Canónico.

El vínculo del flamante arzobispo con el Papa se forjó luego de que pasara un mes en Santa Marta, alojado en la residencia comunitaria del Vaticano, cerca de Francisco, donde reside habituamente el sumo Pontífice.

“Me recibió con toda la de delicadeza de un padre. Tenía que venir a trabajar a la Congregación de los obispos y me dijo 'por qué no compartimos más lo cotidiano', en términos más familiares”, explicó una radio de Santa Cruz, al regreso de Roma.

La corresponsal del diario La Nación en Roma, experta en temas vaticanos, Elisabetta Piqué, sostuvo que la designación generó sorpresa porque no era un nombre que sonara entre los posibles candidatos para suceder a Poli.

“La elección por García Cuerva sorprendió porque su nombre no figuraba entre los que se barajaban en la terna. En medios eclesiásticos se especulaba con Carlos Azpiroz Costa, arzobispo de Bahía Blanca; Jorge Lozano (San Juan) y Víctor Manuel Fernández (La Plata)”, aseguró la especialista.