El Gobierno confirmó este miércoles que Alan Claudio Beraud, un diplomático de carrera con amplia experiencia, será el nuevo Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Argentina en Uruguay. Beraud, hasta ahora encargado de la representación ante ALADI y Mercosur, asumirá en reemplazo de Martín García Moritán, cuya salida responde a una reorganización en la Cancillería.

El nombramiento de Beraud coincide con la decisión de unificar la Embajada en Montevideo con las representaciones diplomáticas ante el Mercosur y ALADI, organismos regionales clave con sede en la capital uruguaya. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, esta reestructuración tiene como objetivo optimizar recursos y reducir costos operativos, alineándose con la política de austeridad impulsada por el gobierno.

La Cancillería argentina, liderada por Gerardo Werthein, explicó que este ajuste no solo busca limitar el gasto público, sino también eliminar privilegios dentro del cuerpo diplomático.

La salida de Martín García Moritán no responde a cuestionamientos sobre su gestión, sino a una política más amplia de reducción de costos. Con 71 años, García Moritán había superado el límite de edad establecido para la continuidad en el servicio activo, lo que facilitó su retiro en el marco de la jubilación de más de 30 funcionarios del área.

Desde el anuncio de su salida, Beraud emergió como el principal candidato para sucederlo, respaldado por su trayectoria y conocimiento en organismos regionales. Su designación busca no solo optimizar recursos, sino también reforzar la posición de Argentina en foros como Mercosur y ALADI, considerados estratégicos por la actual administración.

La reestructuración anunciada también tendrá implicancias financieras. Según la Cancillería, la unificación de las sedes diplomáticas permitirá un ahorro considerable en dólares al reducir gastos redundantes en Montevideo. Este tipo de medidas forman parte de un plan integral de reorganización que Werthein impulsa desde su llegada al ministerio, con el objetivo de modernizar y hacer más eficiente la estructura diplomática argentina.

El Gobierno busca equilibrar las disparidades salariales dentro del cuerpo diplomático, donde los ingresos mensuales pueden variar significativamente dependiendo del cargo y destino. “La austeridad no significa resignar presencia internacional, sino hacerla más efectiva”, destacaron voceros del Ministerio de Relaciones Exteriores.

La Embajada en Uruguay y la representación ante ALADI y Mercosur tienen roles fundamentales en la política exterior argentina, particularmente en el contexto de integración regional. La decisión de unificar estas estructuras refuerza el interés de Buenos Aires en mantener una participación activa en estos organismos, pese a los ajustes presupuestarios.