Hoy Trelew cumple 135 años. Pero lejos de los festejos, la ciudad amaneció con la mirada fija del gobierno nacional. Es que su intendente, Adrián Maderna, se convirtió ayer en el protagonista inesperado de la visita de Alberto Fernández a Chubut por una serie de críticas elevadas a parte del gabinete que acompañó al presidente a Comodoro.

Lo que llamó la atención no fue el hecho de que Maderna haya aprovechado la situación para realzar un pedido puntual para su ciudad sino desde donde lo hizo. Sucede que el intendente de Trelew es aliado de uno de los principales asesores del Presidente.

Durante julio pasado el jefe comunal acompañó con huella firme el paso político de Julián Leunda por la provincia en su clara intención de convertirse en el candidato a senador del Frente de Todos.

Es más, fue el propio Maderna quien instaló la figura del hombre que tiene una oficina a metros del despacho presidencial. Leunda es el Vicejefe de Asesores de Presidencia de la Nación. Esta mañana Maderna intentó aclarar lo que ocurrió ayer con un hilo de tuits, en los que expresó su respaldo al gobierno nacional.

Quién es el intendente que golpeó por la espalda al Gobierno y es aliado de uno de los principales asesores de Alberto

“Más allá de que nosotros prioricemos el proyecto de unidad; en términos generacionales y de gestión si yo tuviese que elegir me inclinaría por Julián Leunda, ya que es una figura potenciable, de gestión y que ha hecho grandes gestiones por los municipios de Chubut”, aseguró Maderna en la previa de lo que fue un cierre de listas donde se terminó imponiendo el candidato de Cristina Fernández, el exaspirante a la gobernación y exintendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares.

Tweet de Adrián Dario Maderna

El intendente de Trelew es hoy uno de los principales aliados del presidente, junto a los mellizos Ricardo y Gustavo Sastre, vicegobernador e intendente de Puerto Madryn, respectivamente. Como parte de una conexión local que inició el propio Leunda, con quien los tres mencionados tienen una excelente relación. Es por esto que el cuestionamiento de Maderna cayó pésimo en Casa Rosada.

El jefe comunal, oriundo de Río Hondo (Santiago del Estero), renovó su mandato en Trelew en 2019 como parte de una alianza electoral que apoyó al gobernador Mariano Arcioni, representante actual del provincialismo dejado por Mario das Neves. De ese armado político también formaron parte los Sastre y Maderna. Y fue justamente gracias a su aporte como referentes principales de la segunda y la tercera ciudad más pobladas de Chubut, detrás de Comodoro, que Arcioni pudo ser elegido por encima del candidato del Frente de Todos.
Pero la alianza duró poco. Tanto Maderna como los Sastre rompieron con el gobernador con la clara intención de empezar a armar un futuro a su favor. Y al poco tiempo sacaron a sus legisladores del bloque oficialista para conformar un interbloque que funcionó más como oposición que como aliado.

Así las cosas, el jefe comunal de Trelew volvió a romper ese interbloque para armar una bancada más pequeña, con cuatro representantes, debido a su negativa a aprobar el proyecto de minería a cielo abierto que tanto persiguen a nivel local.

Lo cierto es que en Chubut el peronismo está fracturado. Y ni Maderna, ni los Sastre hicieron campaña en favor de Linares ya que en un futuro cercano será un rival político para los deseos de todos de ponerse al frente de una provincia en estado de conflicto latente.

Lo sucedido ayer impactó también en Comodoro, donde esperaban con ansias al Presidente, quien llegó para cumplir con la promesa que había hecho tras ganar las PASO de 2019: generar un gobierno federal. En aquel entonces, nombró a la principal ciudad del sur como parte del programa de Capitales Alternas que, en noviembre pasado, fueron aprobadas por el Congreso.

Tras visitar Río Grande, Chilecito y Rosario como parte del mismo plan, el Presidente arribó a una provincia convulsionada, donde el peronismo porta un sinfín de personalismos que no tuvieron otra opción más que juntarse para cerrar la unidad e intentar sostener su fuerza en el Congreso, donde tienen 3 senadores propios, producto de los dos que consiguió en 2017 más uno restante que sumó a sus filas desde el provincialismo.

Pero nada salió según lo planeado y Juntos logró una victoria categórica en las PASO por más de 13 puntos sobre el Frente de Todos que, de repetirse, le haría perder dos de los famosos cinco senadores de los que habla la oposición para poder dejar sin quorum a la Cámara alta que maneja Cristina Fernández.

Con este escenario de fondo, Alberto llegó para darle el visto bueno a la lista local en un claro acto de campaña del que, por razones evidentes, ni siquiera fue parte el gobernador. 
Las constantes crisis económicas, políticas y sociales, llevaron al gobernador a una encerrona que quedó demostrada con la obtención de solo un 13 por ciento de promedio para sus dos listas rumbo al Congreso.