Con 51 votos positivos y 12 negativos, el Senado convirtió en ley el proyecto de ampliación de zona fría. La normativa propone la prórroga por diez años del Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de Gas. 

Los beneficios abarcan a localidades de bajas temperaturas de las provincias de Buenos Aires, Mendoza, San Luis y la región de la Puna. En total se incorporaron casi 4 millones de hogares.

Juntos por el Cambio votó dividido una vez más, tal cual sucedió en Diputados. Varios senadores de provincias que tienen distritos alcanzados por los beneficios terminaron optando por acompañar el proyecto oficialista.

Entre ellos, el sanjuanino Roberto Basualdo, la neuquina Lucila Crexell, el fueguino Pablo Blanco, los mendocinos Julio Cobos y Pamela Verasay, los jujeños Mario Fiad y Silvia Giacoppo, el puntano Claudio Poggi, y la santacruceña María Belén Tapia. Además, el aliado Alberto Weretilneck de Juntos Somos Río Negro.

Por su parte, las mayores críticas vinieron del norte y las zonas cálidas, alegando una desigualdad y criticando la política de subsidios energéticos. El correntino Oscar Castillo, el porteño Martín Lousteau, los entrerrianos Alfredo de Angeli y Stella Maris Olalla, la tucumana Silvia Elías de Pérez, el chaqueño Víctor Zimmermann, la riojana Clara Vega y Humberto Schiavoni. Además, el jefe de bloque Luis Naidenoff de Formosa.

Los casos particulares de Gladys González, Ernesto Martínez y Laura Rodríguez Machado completan los 12 votos en contra. Estos son los más llamativos ya que representan a tres provincias beneficiadas con municipios que comenzarán a tener la tarifa diferenciada.

Una parte de Juntos por el Cambio optó por la crítica a la política energética en general para evitar darle una victoria política al Frente de Todos en año electoral. El impacto se sentirá en una zona en donde el peronismo busca votos que le son esquivos, el interior de la provincia de Buenos Aires, Mendoza y parte de Córdoba.