En Quilmes, la dirigencia de un sector del PRO está preocupada. Sucede que en las últimas horas un local partidario fue vandalizado y, por el momento, se desconocen los motivos. Se trata de la sede amarilla que el dirigente Guillermo Sánchez Sterli abrió el pasado 17 de octubre en Hipólito Irigoyen y Garibaldi en apoyo al diputado nacional, Cristian Ritondo.

Según pudo reconstruir Data Clave, el episodio sucedió entre las 3 y las 5 de la mañana del domingo. Fue a esa hora que los vecinos escucharon ruidos en la esquina del barrio del Conurbano. Sin embargo, recién en la mañana del mismo día pudo verificarse que la entrada había sido forzada, se rompieron los vidrios del frente y se arrancó todo el plotter en el que figuran los nombres del precandidato a gobernador del partido amarillo y su aspirante a jefe comunal.

Pensaba que había sido al voleo, pero cuando vi que arrancaron las letras del plotter una por una me llamó la atención. Alguien que no tiene intereses políticos no se toma ese trabajo", le dice Sánchez Sterli a este medio. Y agrega: “No me siento víctima de nada. Las víctimas hoy son los vecinos que no tienen un mango o los que tienen que lamentar algún hecho de inseguridad”.

Lo cierto es que no se robaron nada del local. Y según le explicaron a este medio, desde el ala dura del PRO local no le apuntan a nadie en particular al dejar en claro que “todo está muy radicalizado, de ambos lados”.

Desde el distrito gobernador por la camporista Mayra Mendoza, el secretario de Comunicación, Alberto De Fazio, se puso en contacto con los damnificados para ofrecer las distintas filmaciones que puedan recolectar del municipio.

El ataque al local partidario del PRO se da justo en un momento de tensión en ambos lados de la grieta. Pese a que Sánchez Sterli no le apuntó a nadie en concreto, Ritondo no dio muchas vueltas y a través de sus redes, con algunas imágenes del local vandalizado, aseguró que “crece la violencia de los que dicen que ‘el amor vende al odio' porque saben que en diciembre se van".

Algo que suscribió el principal delfín de la exgobernadora María Eugenia Vidal en la provincia, el diputado bonaerense del PRO, Alex Campbell: Se creen que todo es con violencia y patoterismo. Tienen miedo y se les nota, cada vez falta menos para que se vayan”.

Pese a que no hay ningún indicio de que no hay ninguna prueba de que se trate de militantes del Frente de Todos, los dirigentes no tardaron en apuntar hacia enfrente. Desde el PRO aseguran que tras la condena a Cristina Fernández de Kirchner por la causa Vialidad y su posterior renunciamiento a presentarse en las próximas elecciones, “los militantes K quieren responsabilizarnos del fallo a nosotros”.

Sin embargo, no todo está dicho. Cabe recordar que la interna del PRO cada vez crece más y pese a que en algún momento se hablaba de que el partido no iría a las PASO con diferentes candidatos, hoy desde adentro dejan en claro de que “no hay chance de alguien se baje”.

A nivel local, del otro lado de la brecha interna se encuentra el exintendente Martiniano Molina, quien luego de estar al frente cuatro años no pudo sostener el distrito. 

Lo que está claro es que cada uno atiende su juego y que el atentado al local no hizo más que sembrar dudas sobre el clima político que vive el distrito de cara a lo que serán las elecciones del 2023, cuando sin dudas el kirchnerismo saldrá a defender uno de los bastiones claves que tiene hoy el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner.