Residentes del Garrahan marchan contra el nuevo régimen de becas que impuso el Gobierno nacional
En rechazo al cambio en el sistema de residencias, médicos y médicas del Hospital Garrahan se movilizan a Plaza de Mayo. Denuncian precarización, pérdida de derechos y advierten: "sin residentes, el Garrahan no funciona". La medida oficial fue duramente criticada desde el Clínicas y en Misiones no se aplicará.
Residentes del Hospital Garrahan vuelven a ocupar la calle. Desde las 16, médicos y médicas en formación se concentran en Plaza de Mayo en rechazo a la decisión del Gobierno nacional de modificar el sistema de residencias médicas, reemplazándolo por un régimen de becas. “Defender nuestras condiciones de trabajo es defender el derecho a una salud pública de calidad”, expresaron desde la Residencia de Pediatría del hospital.
La protesta de hoy no es aislada. En redes sociales, los residentes difundieron un llamado abierto a la comunidad: “Convocamos al pueblo argentino a acompañarnos desde las 16hs. A las 17 realizaremos una conferencia de prensa para repudiar el intento del Gobierno de profundizar la precarización laboral en el ámbito de la salud”.
El cambio fue anunciado por el ministro de Salud, Mario Lugones, quien defendió la iniciativa asegurando que ahora los residentes “tienen la posibilidad de elegir”. Según explicó, el nuevo esquema ofrece una “opción” de contrato directo con los hospitales: “Cobran más (sin descuentos), pueden recibir bonos y el hospital les cubre los seguros”, sostuvo.
Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar. Desde el Garrahan señalaron que las supuestas alternativas se reducen a dos caminos igual de desalentadores: “Seguir como residente cobrando por debajo de la línea de pobreza o ser becario y cobrar un poco más pero perdiendo todos los derechos laborales”.
En ese sentido, detallaron que eliminar los descuentos no implica un verdadero aumento salarial, sino el vaciamiento de aportes durante años: “No hay obra social, ni aporte jubilatorio, ni aguinaldo”, remarcaron. Además, advirtieron que bajo este esquema se pierde incluso la posibilidad de elegir una prepaga o de contar con licencias y antigüedad.
La Asamblea de Residentes y Concurrentes de CABA también salió a responder con fuerza. Convocaron a un paro y movilización este jueves desde Callao y Corrientes hacia el Ministerio de Salud, en Bolívar 1. En un duro comunicado titulado “Nuevo ataque a las residencias”, señalaron: “Llamamos a marchar en unidad y coordinación para enfrentar este ataque”.
Las críticas también llegaron desde el ámbito académico. El director del Hospital de Clínicas, Marcelo Melo, cuestionó en duros términos la medida. “La lógica de beca trae aparejada una remuneración menor, sin beneficios sociales básicos como jubilación u obra social, y sin vínculo laboral”, apuntó.
Melo subrayó la importancia de la formación médica en el sistema público: “La falta de incentivos y el descuido al sector va a derivar, indefectiblemente, en una atención más precaria para los pacientes”. También advirtió sobre el impacto en la carrera profesional de los jóvenes médicos: “Con este sistema, un residente va a tener su primer sueldo en blanco recién a los 35 años”.
Desde el Garrahan fueron aún más contundentes: “¿Qué significa esto? Que dejaremos de cobrar un sueldo en blanco. No hay derechos laborales. No hay futuro. La solución no puede ser el retroceso”, sentenciaron. Denunciaron que desde el Ministerio les aseguraron que con “el sello Garrahan” bastaba. Y respondieron: “Como si el prestigio pudiera pagar alquiler, comida o salud. Sin residentes, el Garrahan no funciona”.
Por fuera del AMBA, algunas provincias ya se desmarcaron de la medida. Este jueves, el Ministerio de Salud Pública de Misiones anunció que no aplicará el nuevo sistema. Su subsecretario de Recursos Humanos, Rodolfo Fernández Sosa, fue tajante: “Esto es un paso hacia atrás. Un retroceso de quince años”.
Según detalló, en la provincia hay 397 profesionales haciendo su residencia. De ese total, apenas 120 tienen contrato con Nación, que paga $350.000 mensuales, mientras el Estado provincial pone una diferencia que eleva el salario a $850.000. Así, la inversión mensual de Nación asciende a $42 millones, frente a los $434 millones que destina Misiones.
La tensión entre el Gobierno y los profesionales de la salud escala cada día más. Mientras en Nación insisten con el nuevo modelo, desde hospitales, asambleas y provincias aseguran que el camino elegido no es una mejora, sino un ataque directo al corazón del sistema público.