Comenzó como si se tratara de una moda. Primero uno, después cuatro y para mediados de diciembre ya eran como 20. Empezó a finales de 2021, cuando la ley vigente impedía que los intendentes puedan ir en busca de la re-reelección en 2023. Sin embargo, la política siempre supo manejar estos impedimentos. Y como la letra chica hablaba de tener al menos la mitad de un mandato para ser convalidado como un periodo completo, los jefes comunales levantaron los teléfonos para poder abandonar los distritos antes del 10 de diciembre de 2021. La fecha límite.

En total fueron poco más de 20. Pero no todos los casos fueron iguales. Los llamados llegaron desde Nación, Provincia, la Legislatura y CABA. Eso sí, todos decidieron emigrar con sus motivos. Sin embargo, luego de la modificación de la normativa, que ahora los habilita a presentarse, una buena parte de los alcaldes decidió pegar la vuelta en la previa de las elecciones. Algunos por necesidad y otros por obligación.

Sucede que, lo que está en juego, es el control de los distritos. Y más. Ya que la lectura interna que hay hoy en el Frente de Todos tiene más que ver con poder sostener los distritos ante un escenario político complejo. “Se dice mucho de arriba y poco de abajo. Nosotros quedamos a la expectativa de algo que no nos favorece. Y vamos a ser quienes vamos a aportar el voto para las demás candidaturas”, le dice a Data Clave un intendente fuerte en el Conurbano.

Es por esto que el retorno de los jefes comunales se convirtió en un acuerdo de partes. Un win win. Y, de a poco, todos van volviendo al pago chico. Ya pasó con Osvaldo Cáffaro (Zárate), ni bien se cambió la ley y luego de menos de 10 días en un cargo nacional. Lo mismo con Jorge Ferraresi, quien ahora tomó otra obligación pero sin dejar de atender las cuestiones en busca de otro período en Avellaneda. Algo similar con Juanchi Zabaleta, que tiene como trasfondo una interna política con La Cámpora. 

En los últimos días, la lista creció. Y Cecilio Salazar (San Pedro), con pelea familiar de por medio, debido a que su hijo no quería abandonar su lugar como interino, también pegó la vuelta. A él se sumó, tal como adelantó Data Clave, el regreso de Ariel Sujarchuk a Escobar tras dejar su cargo en el gabinete del ministro de Economía, Sergio Massa.

La particularidad que une a todos los mencionados es una: se trata de todos jefes comunales que habían pegado el salto a Nación. De hecho, hasta el momento, ninguno de los dirigentes que se fueron a ocupar cargos a Provincia, CABA o una banca en la Legislatura, dejaron sus puestos. Incluso, se especula con que, en algún momento, el jefe comunal de Navarro, el ministro de Desarrollo Territorial, Santiago Maggiotti, y su par de Castelli, Francisco Echarren, a cargo de la Agencia de Cannabis Argentina, peguen la vuelta al distrito.

Quien ya dejó en claro que no lo hará es el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, quien bendijo la continuidad de Fernando Moreira para que se convierta en su sucesor.

Las cuestan son claras. Hoy los jefes comunales saben que no les sobra nada a la hora de salir a competir para revalidar sus mandatos y es por eso que retornan al pago chico con el fin de rearmar las listas a nivel local y ponerse al frente para poder continuar al menos con el poder local en un futuro que, algunos, avizoran gris.