La sorpresiva derrota del Frente de Todos en las últimas PASO le dio margen a la oposición para ampliar horizontes y proyectar con más firmeza las elecciones del 2023. Y en eso anda Horacio Rodríguez Larreta que busca consolidar su imagen como el líder de la oposición capaz de disputar un lugar en la Casa Rosada.

En un momento donde las figuras fuertes de Juntos por el Cambio buscan ponerse la campaña al hombro, el jefe de gobierno porteño viajó el sábado a San Juan para apoyar a los candidatos Susana Laciar y Enzo Cornejo, y luego se trasladó a Mendoza para lanzar el Plan Audiovisual Buenos Aires – Mendoza y aprovechó la ocasión para mostrarse cercano al gobernador Rodolfo “Rody” Suárez.

Tweet de Horacio Rodríguez Larreta

El político tiene claro que para lograr una imagen “presidenciable” tiene que romper con el hermetismo de Capital Federal y montar un plan más federal. Mendoza fue el escenario perfecto para mostrarse y enviar un mensaje a su propio partido. Rodríguez Larreta sabe que no solo disputa el poder con los propios, como Patricia Bullrich o Mauricio Macri, sino también con la Unión Cívica Radical que, con Gerardo Morales a la cabeza, pretende despegarse de Juntos por el Cambio para que el partido recupere identidad y no quede relegado, como sucedió después de las elecciones del 2015.

El alcalde porteño tiene hoy a su favor toda la maquinaria para montar la campaña pero aún no puede declarar públicamente su aspiración presidencial por un motivo: Mauricio Macri. Todo indica que el fundador del PRO apoya para este puesto a Patricia Bullrich, que se dedicó en la última semana a recorrer las provincias que renuevan senadores, y con quien Larreta no coincide políticamente.

Contraria a la imagen cauta del jefe de gobierno, Bullrich declara abiertamente que peleará por la candidatura presidencial y sostiene dentro del partido que “es la que mejor posicionada está”. Fuentes cercanas a los políticos afirman que la principal molestia de la ex ministra seguridad es la “posición dialoguista” de Larreta y quiere redirigir el mensaje de campaña a un “todo o nada”.

La ruptura entre ambos se intensificó cuando Larreta se mostró cercano a Alberto Fernández durante los primeros meses de la pandemia y accedió a ajustarse a las restricciones impuestas por el Ejecutivo nacional.

Hoy en Juntos por el Cambio hay un pacto tácito: mostrarse unidos para sostener y mejorar los resultados de las PASO y lograr romper con el quórum del oficialismo en el Senado. Pasada las elecciones legislativas el escenario será otro y tanto Bullrich como Larreta sacarán todos sus recursos para lograr las adhesiones internas necesarias para encabezar la boleta presidecial.