La Provincia de Buenos Aires anunció ayer que tras la unificación del Sistema de Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), el Sistema de Registro de Camas (SIGEC) y el Registro de las Personas en el conteo de los fallecidos por coronavirus, hay 3.523 muertes más en territorio bonaerense de las que se habían informado hasta ahora.

La nueva modalidad de recuento generó reacciones en todo el arco político. El ex ministro de Salud (luego "degradado" a Secretario) del gobierno de Cambiemos, Adolfo Rubinstein, disparó contra las autoridades: “Es inadmisible que no hayan logrado consolidar el reporte epidemiológico después de seis meses”, cuestionó. Además, dijo que “no está nada bien lo que hizo la Provincia”.

En diálogo con Radio Mitre, el ex funcionario declaró que el nuevo sistema “pone un velo de duda sobre el resto de los indicadores” y, al respecto, planteó que ”es probable que tengamos un número de infectados entre ocho y diez veces mayor que el notificado”. Además, dijo que tiene “todo el derecho como cualquier ciudadano a dudar de los datos”.

El cruce de información de tres bases de datos en la Provincia elevó de 8983 a 12.566 el número de fallecimientos por el coronavirus. Rubinstein dijo que “si se perseguía un objetivo era evitar las muertes y el gobierno fracasó”. Y en línea con ese argumento dijo que se descuidaron otras cuestiones que llevaron al “colapso económico”.

El 60% de los datos actualizados son del sector privado, donde el gobierno de Axel Kicillof puso el foco en las últimas horas. El 40% restante de las actualizaciones proviene del sector público.