La última jura de concejales en Escobar no fue una más. Allí, en un acto tradicional que se repite cada dos años, ocurrió un hecho inédito en el municipio bonaerense: asumió un hombre que hasta entonces se desempeñaba como cartonero. La historia de Marcelo “Bombín” Ibarra merece ser contada. Nacido en Tucumán, el flamante edil llegó a la provincia de Buenos Aires hace poco más de 25 años, la mitad de su vida. Recuerda con cariño y nostalgia su tierra natal, pero no se arrepiente de haber armado las valijas hace más de dos décadas.

“En Escobar vive la hermana de mi mamá, así que teníamos muchos parientes acá en Villa Jardín. Mi hermano había hablado con unos primos míos, les contó la situación, que seguíamos mal, y nos vinimos. Para nosotros fue un gran desafío y una gran tristeza por dejar a mi mamá allá sola. Pero ella nos apoyó, porque allá no había laburo, no había nada, contó “Bombín” a Data Clave. 

Aquellos primeros años en el norte no fueron nada fácil para el pequeño Marcelo. “En Tucumán tuvimos una infancia mala, por lo económico. No conocí a mi viejo, vivíamos con mi mamá y mis hermanos. Mi vieja trabajaba en casas de familia pero no alcanzaba. Así fue con mi hermano desde muy chicos salíamos a vender cosas a la calle. En invierno vendíamos chocolates y en verano frutas. Pero no nos alcanzaba. Desde los 11 años ya estaba vendiendo en la calle, relató Ibarra.

Y agregó: “Mi hermano es más grande y me guiaba. La calle es dura, me pasaron un montón de cosas. No es fácil vivir en la calle, pero no nos quedaba otra. Me tuve que adaptar a esa vida por la situación económica que teníamos. Tenía que salir a la calle para conseguir algo para comer”.

A medida que fue creciendo, vivió la violencia de primera mano, hasta se vio envuelto en una balacera. “En Tucumán vivía en Ciudadela, cerca de la cancha de San Martín, en una villa muy grande que la rodea. Yo tenía 17 años y me gustaba andar en la calle. Conocía hinchas del club y fuimos a ver el clásico con Atlético Tucumán. En un momento, quedé en el medio de un enfrentamiento a tiros y recibí 8 balazos. Siempre fui bastante robusto, bastante gordo y por suerte no me impactó en ninguna arteria. Tengo las balas en el cuerpo todavía”, contó con naturalidad el ahora concejal.

Sacrificio y superación: Bombín, el cartonero tucumano que llegó a ser concejal de Escobar


El primer gran cambio: la llegada a Buenos Aires

“Cuando vine de Tucumán vine a Villa Jardín, en San Fernando, fue un cambio rotundo. Todavía sigo sufriendo un poco ese cambio. No es la misma vida, el mismo ritmo. El ruido, ver tantas cosas grandes, edificios, parece que estás en otro mundo. Allá reina la paz. Cuando viene mi vieja me pongo contento porque la veo mejor que nosotros, y eso que ya tiene 70 años”, confesó entre risas Bombín. Aunque aclaró: “Pero la verdad que no me arrepiento, me gusta lo que hago acá en Buenos Aires. Me levanto a la mañana y voy recorriendo los barrios todo el día. Militando en la calle hasta la noche”. 

Los primeros años no fueron nada fáciles. “Empecé con carros a caballo, a cirujear. Después unos vecinos me enseñaron a ir a capital, en tren. Íbamos a cartonear allá los fines de semana. Después dejé de cartonear en San Fernando y empecé a hacerlo en Capital”, narró Marcelo. 

Y la marca de la crisis del 2001 todavía le queda. “Cuando explota todo ya estábamos cartoneando en capital, teníamos 4 o 5 carros. De repente se vino una marea de gente que iba a cartonear a Capital. Algo muy doloroso. Llegaban de todos lados porque no tenían qué comer. Nosotros que ya conocíamos capital les enseñábamos a comer de la calle. Nos juntábamos alrededor de la Plaza Belgrano y nos juntábamos a comer todos juntos de lo que encontrábamos por ahí. Cerca de las dos de la mañana volvíamos con los carros”, contó Herrera, al tiempo que reflexionó: “Conocí a mucha gente muy buena por suerte y nos la rebuscábamos. peleamos bastante, mi vida fue siempre difícil”.

Su incursión en la política: de puntero a concejal

Sacrificio y superación: Bombín, el cartonero tucumano que llegó a ser concejal de Escobar

“En un momento en San Fernando terminé en la mala política, como puntero. Laburé muchísimo tiempo de esa manera, pegando afiches y mandando gente a la calle. Tuve la suerte de conocer gente que me llevó a un local del movimiento Evita. Ahí conocí a la Colo, Patricia Cubría, la compañera de Emilio Pérsico. De a poco me fui metiendo cada vez más en el movimiento y dejando atrás el trabajo de puntero. La mala política te usa y luego te desecha”, confió Bombín.

Y remarcó: “Una de las mejores cosas que aprendí de Emilio, el Chino (Fernando Navarro) y la Colo es que tenemos que entender que tenemos derechos y tenemos que pelear por eso. Somos trabajadores y trabajadoras. Me costó muchísimo entenderlo y hoy lo llevo como bandera a todos lados. Lo voy a llevar al Concejo, las problemáticas de los barrios al Deliberante. Somos la voz de los barrios”.

Sacrificio y superación: Bombín, el cartonero tucumano que llegó a ser concejal de Escobar

Respecto de su llegada al Concejo de Escobar, Herrera relató: Nosotros siempre decimos que los compañeros todos tenemos derecho a tener un lugar en el Concejo. En Escobar tenemos un intendente que es compañero, que nos escucha. Él me decía, ‘quiero que vos Bombín seas parte de los reclamos pero también de la solución’, eso me marcó mucho. Nos abrió la puerta y un día me propuso ser parte de la lista del Frente de Todos. Iba décimo y corrió todo el tablero para que yo llegue a la banca. Vamos a trabajar en conjunto con la municipalidad pero siempre llevando el reclamo de los barrios”.

Pese a tener un lugar en el Ejecutivo local, Herrera no se olvida de sus raíces. Sigo teniendo contacto con los cartoneros y siempre les digo que pueden llegar ellos también, como lo hice yo. No hay que dejar que nos metan en la cabeza que no podemos llegar a nada. El mejor ejemplo soy yo, un cartonero llegando al Concejo. Por eso siempre le pongo fichas a mis compañeros y les digo que va a haber una oportunidad para todos. Hay muchos que están militando conmigo y siempre les digo que acá en el Evita no tenemos techo. Vamos a luchar siempre para que todos puedan llegar al Concejo, hay que llevar la voz de los más humildes. Tenemos que ser ese puente para que nuestras barriadas estén un poquito mejor”, sentenció.