Una de las grandes críticas en la política argentina, además del descreimiento y las sospechas de corrupción, es sin dudas el hecho de que “siempre son las mismas caras” las que ocupan cargos en el poder. En contrapartida, cuando aparece un candidato nuevo, joven, en general se le achaca falta de experiencia. Por este motivo, cuando aparecen figuras jóvenes despiertan curiosidad en propios y ajenos.

Una de las que seguro dará que hablar en los próximos meses es Brenda Vargas Matyi, precandidata a diputada nacional por el Frente de Todos. El dato es que la mujer oriunda de La Matanza tiene solo 26 años y muy probablemente se convertirá en la política más joven en ocupar una banca en el Congreso de la Nación.

Cabe señalar que la edad mínima para ingresar al Congreso es de 25 años, por lo que se convertirá en la diputada más joven de la Cámara baja. No será su primera experiencia electoral. En 2019 fue candidata a concejal suplente por su distrito. Y durante sus años de secundaria encabezó el centro de estudiantes.

Vargas Matyi es secretaria de Juventud en el municipio que conduce Fernando Espinoza. "Nos falta humanidad para dejar de prejuzgar por la edad", aseguró en diálogo con Ámbito.
Y agregó: “Queremos llevar las ideas de los pibes y pibas de La Matanza a todo el país para proponer y debatir cada vez con más fuerza para poder concretar el sueño del famoso trasvasamiento”.

Sobre sus orígenes en la política, la funcionaria matancera subrayó: “A veces me preguntan cómo me metí en el peronismo y la respuesta es La Matanza. No hay explicación. Acá se respira y se comprende al peronismo”.

Y añadió: “siempre desde la política pública se sostiene con el ejemplo y en Matanza tenemos muchos para brindarle a la Nación y a la Provincia en lo que refiere a gestión. Tenemos la oportunidad de legislar para el presente para dejar las cosas en claro para un futuro que, con la inclusión de los jóvenes, probablemente sea mucho mejor”.

En la misma sintonía, la precandidata del Frente de Todos afirmó que es fundamental legislar sobre el primer trabajo para los jóvenes. Venimos de una era de macrismo que ajustó la educación y llevó a que cuando salimos no tenemos muchas oportunidades porque son muchos los chicos que tuvieron que dejar sus estudios”.

Y apuntó: Antes se juzgaba a nuestra conducción del Conurbano porque son siempre los mismos y, ahora, aparecemos nosotros desde la juventud y también puede ser un problema. La edad es un valor agregado. Yo no estoy pensando en qué caja me va a tocar. Lo mío pasa por ver cómo podemos interpretar lo que sucede en el territorio para construir políticas”.

Vargas Matyi tiene claro el rol de los jóvenes en la actualidad: “Pasamos por cuatro años de macrividalismo. La juventud fue resistencia. Estuvimos cuatro años cortando cebollas para darle de comer a nuestros vecinos. Y después vino la pandemia. La juventud pasó de la resistencia a la responsabilidad”.

Y subrayó: “Venimos a hablar de la innovación. A poner en eje la educación y en base a eso la justicia social para trabajar en proyectos de género, ciencia y tecnología. Con equipos técnicos de mujeres, géneros y diversidades. Para que las madres trabajadoras tengan espacios de cuidado para que puedan instruirse y ser parte de la comunidad. Nuestro slogan de campaña es ‘La vida que queremos’. Y está claro que ahora podemos elegir qué ser y qué hacer con tu vida. Esa vida que queremos es la productiva, no la de la timba financiera que nos quisieron hacer creer que era lo que valía. Tenemos que hacer carne nuestra historia y llevar la bandera de trabajo y solidaridad”.