La semana pasada, en un plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia del Senado, el bloque de Senadores del Frente de Todos acompañó y dio dictamen al proyecto enviado por el Poder Ejecutivo para elevar la conformación del Consejo de la Magistratura de 13 a 17 miembros. La iniciativa quedaba lista para ser tratada en el recinto esta semana, sin embargo, no se logró un consenso que otorgue la certeza al oficialismo de un triunfo en la votación. 

Es que Juntos por el Cambio firmó despacho propio con una propuesta que aumenta el número a 20 y da al presidente de la Corte Suprema de Justicia el rol de presidente del Consejo también. Por su parte, el aliado clave del oficialismo Alberto Weretilneck firmó un tercer dictamen con disidencias respecto a la iniciativa del gobierno nacional. “Voy a firmar el proyecto de mi autoría, hemos discutido mucho en relación al rol de la Corte Suprema pero mi iniciativa propone la federalización, Consejos en los distintos distritos judiciales, es una manera de cambiar la lógica centralista”, detalló.

“Los dos proyectos de Consejos en discusión es si la Corte está presente o no. Para mí el tema es más profundo”, afirmó Weretilneck. Con los 35 senadores que tiene actualmente el Frente de Todos, depende de las negociaciones que pueda llevar adelante con los bloques provinciales. Debe conseguir al menos 37 para lograr el quórum y luego imponerse en la votación a Juntos por el Cambio.

Por todo esto, el bloque de senadores del Frente de Todos en el Senado tuvo que dar marcha atrás con la sesión que pensaba realizar este miércoles o jueves en busca de aprobar y dar media sanción al proyecto del Poder Ejecutivo. La Corte Suprema de Justicia dio un plazo hasta el 14 de abril al Congreso para tener lista la nueva ley. En caso de no conseguirlo el Consejo debería volver a funcionar como en 2005 previo a la última reforma.

En este contexto, el oficialismo corre contrarreloj para sacar un debate del Senado y dejarle tiempo a la Cámara de Diputados de tener una sanción veloz. Pero no alcanzó un acuerdo con el aliado rionegrino Weretilneck y los números se le complican en el recinto. La decisión es pasar la sesión a la próxima semana, y volver a convocar para este miércoles un nuevo plenario de comisiones. Allí escuchar y analizar observaciones y posibles pedidos de modificaciones al texto para negociar últimas voluntades.

El senador Martín Doñate conversa con su par Alberto Weretilneck en el recinto del Senado
El senador Martín Doñate conversa con su par Alberto Weretilneck en el recinto del Senado

Las negociaciones entre el oficialismo y el ex gobernador de Rio Negro se intensificaron en el inicio de esta semana. Con el tiempo apremienado el lunes a la mañana llegó una propuesta al despacho de Juntos Somos Rio Negro y después “un plan B”. Nada de esto conformó al senador. Según afirmaron fuentes parlamentarias con acceso a las conversaciones la redacción que envió el Frente de Todos tenía “cambios mínimos”, muy lejos de las pretensiones del ex mandatario provincial.

El oficialismo pidió que “directamente” presentará una redacción con los artículos que consideraba necesarios para “federalizar” el proyecto. Este mediodía desde el bloque que conduce José Mayans “confirmaron que no iban a darnos los cambios solicitados”, aseguró la misma fuente a Data Clave entonces Weretilneck les anticipó su rechazo al proyecto y se cayó la sesión.

Las negociaciones entraron en un punto muerto que obliga al Frente de Todos a comenzar de nuevo desde el principio. Sin sesión y con debate de comisión. Los números apremian y los que juegan el “juego de los aliados” hacen valer el precio de su voto.