La senadora por Jujuy de Juntos por el CambioSilvia Giacoppo, presentó un proyecto de Ley en la Cámara Alta que se llama "ficha limpia" y tiene como fin impedir que existan candidatos con condena firme en segunda instancia.

La legisladora le manifestó a Data Clave que "esperan acompañamiento de parte de la oposición" y que tiene que haber condena firme en segunda instancia para "evitar una falsa denuncia" y así "dejar afuera del juego a potenciales candidatos que tengan una conducta intachable".

En una entrevista exclusiva, Giacoppo también habló de las sesiones remotas, lo último ocurrido con el ex diputado Juan Emilio Ameri y hasta dio su opinión sobre la comparación que se hace con Esteban Bullrich. A su vez, cuestionó a Cristina Kirchner por "marcar la agenda en el cuerpo" y "no llamar a labor parlamentaria".

Data Clave: ¿De qué trata el proyecto "ficha limpia" que usted presentó en el Senado?

Silvia Giacoppo: Es un proyecto dónde me acompañaron varios miembros de mi espacio político y la idea es trabajar para tener la posibilidad de que se pueda votar con conocimiento de cada integrante de los diferentes espacios. Buscamos que la sociedad tenga garantías, ya que no podemos ir por la modificación del voto electrónico o de la lista sábana, es un gran paso para tener mayores certezas. En una lista sábana o en una elección, con las cuestiones de las leyes de lema y colectoras, que hoy tienen Santa  Cruz, Santiago del Estero o Tucumán, por ejemplo, no se sabe a quién se vota, y se termina eligiendo sin saber a personas que ocupan una banca con antecedentes penales o problemas en la Justicia.

DC: ¿Espera tener acompañamiento de la oposición? ¿Cuáles son las sutilezas de esta propuesta?

SG: Es lo que buscamos, espero que así sea. Tuvimos el cuidado de que tenemos que tener sentencia en dos instancias, porque de lo contrario, esto se puede prestar a la utilización para poder ensuciar a un candidato y sacarlo de la contienda electoral. Una persona, teniendo una reputación impecable, de otra forma podría quedar anulada por la denuncia de alguien con aspiraciones poco éticas. Entonces esto requiere que se tenga sentencia y que esté confirmado en una segunda instancia, tanto si es un delito federal o de corrupción contra el Estado.

DC: ¿Esto complicaría a Cristina Fernández de Kirchner?

SG: Es un buen proyecto, espero que la oposición acompañe, y que la señora lo ponga en su orden del día, ya que no tenemos labor parlamentaria desde su asunción. Solamente tuvimos una en diciembre del año pasado, por lo tanto la que marca la agenda en el cuerpo es la vicepresidenta. Hoy la voluntad y las prioridades las marca ella y tienen quórum propio, por eso judicializamos el cambio del reglamento por la continuidad de las sesiones remotas sin dar posibilidad a que un legislador pueda estar optativamente de forma presencial.

DC: ¿Es similar a lo que pasó en la Cámara Baja?

SG: Ante esto tuvimos una postura muy sólida de todo Juntos por el Cambio, no vamos a avalar ni convalidar ningún dictamen de comisión, ni tampoco vamos a permitir que nos cercenen el derecho a estar presencialmente en la Cámara.

DC: Volviendo al proyecto que usted propone, ¿es puntualmente contra defraudación al Estado o está enmarcado también en todo tipo de delitos? ¿Y qué pasa con aquellas personas con procesamiento, como el caso de Mauricio Macri?

SG: Es sobre todo tipo de delito con condena. Se requiere sentencia, porque hay delitos que, hasta que tienen la imputación, pueden manchar tu reputación y de esta forma te dejan afuera de la política sin un caso confirmado de delito. No queremos que sea utilizado para potenciales candidatos o personas con buena reputación. Alguien que no podría participar, por ejemplo, es Cristóbal López, sumado a muchos que inclusive hoy están o estuvieron ocupando bancas, y con esta Ley no lo podrían haber hecho.

DC: ¿El ex diputado Ameri podría ser un caso? ¿Qué le generó como representante política?

SG: Lo que hizo fue un verdadero bochorno y quedó evidenciado que detrás de esto también mostraba antecedentes de inconducta. Hoy se le aceptó la renuncia inmediata sin haber esperado que la Comisión de cinco miembros lo expulse, de acuerdo al reglamento. ¿Esto qué significa? Si lo expulsaban, no podía ocupar un cargo público nunca más. De esta forma a la siguiente semana está de asesor con un mejor sueldo, que dicho sea de paso, muchos asesores de distintas categorías tienen un mejor sueldo que los legisladores. Siento vergüenza ajena, es algo descalificante y es degradar la política y el honor de ocupar una banca en el Parlamento.

DC: Parte de la opinión pública habló de la "doble moral" por el rechazo al ex diputado, y pusieron de ejemplo a lo que hizo Esteban Bullrich con la foto y su no presencia, ¿tiene opinión formada?

SG: A ver… Esteban estaba en una Comisión, y dejó una foto y se levantó para haber ido a hacer alguna tarea doméstica y eligió la foto en lugar de apagar la cámara. No puedo comparar un acto sexual con dejar una foto. Aquel que haga esa comparación, es porque sus valores no los tiene con los conceptos sociales que nos gustarían a la mayoría de la ciudadanía. La vicepresidenta se encargó de exponerlo en una sesión y él tomó el guante, pero son cosas totalmente distintas. Ameri tuvo un comportamiento de su intimidad sexual en plena sesión de la Cámara.

DC: Gabriela Cerruti habló positivamente hace poco de las sesiones virtuales, y apuntó a que hasta era más redituable para el estado no tener que financiar costos logísticos para los legisladores del interior que tienen que viajar al congreso... ¿coincide?

SG: No coincido en ningún aspecto. La diputada debe estar al tanto que tenemos un bono que es por desarraigo, y los pasajes nos lo da el Cuerpo, no es que nos pagan aparte, entonces tenemos un pase electrónico donde se nos emiten los vouchers, y el Congreso tiene un convenio. Pero no nos dan el dinero, y no es algo aparte.

DC: ¿Y desde la función de la praxis política? ¿Es cómodo sesionar de forma virtual?

SG: Para nada. La sesión presencial nos permite debatir y discutir los temas de primera mano, y acordar muchas más cosas que de forma virtual no podemos. Las gestiones y los tiempos son diferentes. Tenemos por interbloque 120 minutos y lo distribuimos entre todos los miembros, y no es lo mismo que hablar 5 o 10 minutos que 15 0 20. No es lo mismo poder yo estar trabajando un tema, e ir al despacho de un senador oficialista u opositor para pedirle su mirada o que me acompañe en un proyecto. Lo virtual o no al Estado no le cambia, pero el funcionamiento cambia totalmente.

DC: Volviendo a Ameri y Bullrich, este medio recopiló muchos otros casos de inconductas política en el Congreso, ¿no siente que por momentos los debates de largas horas son tediosos y generan estos patrones de conducta? ¿No habría que repensar el formato de debate parlamentario?

SG: Nosotros tenemos un orden de pedido de la palabra y se nos facilita a todos los legisladores. Cada uno sabe en qué momento tiene que hablar, y a la par del recinto, tenemos espacios para poder tener un tiempo de descanso, como el caso de ir al baño o el salón Eva Perón, donde en días de sesión tenemos servicio de cafetería. Las sesiones a veces duran hasta 22 horas, y es normal y humano que nos venza el cansancio y necesitemos levantarnos de la banca.

DC: Y en el mundo de la virtualidad, las evidencias fotográficas suelen poner en jaque muchas veces la conducta de los legisladores…

SG: Exacto, por eso tenemos el sistema de apagar la cámara o poner tu foto. Si sesionas de tu domicilio, se tiene esa posibilidad. No es que estamos sentados 3 o 4 horas, es mucho tiempo. Lo mismo cuando hay periodo de acreditación y demás, con una previa de casi 2 horas. Entonces el ejercicio es ese, pero uno se acostumbra. Pero hay que ser cuidadoso y saber estar en los detalles, y entender que hay momentos donde hay que esforzarse aún más, porque hay muchos proyectos que son determinantes, como el último en el que Ameri mostró poca importancia y tuvo un momento sexual.