Faltan pocas semanas para que se cumplan dos años de la llegada de Alberto Fernández a la presidencia. Casi el mismo tiempo que lleva la candidatura del juez Daniel Rafecas a Procurador General de la Nación, un puesto de mucha relevancia en el mundo judicial pero que requiere si o si de un consenso en lo político que hasta ahora el Gobierno Nacional no ha logrado.

Los dos tercios de los votos en el Senado de la Nación son el requisito que hace de ese puesto un lugar al cual cuesta acceder. Ningún oficialismo tuvo 48 o más senadores/as y eso es parte de la negociación que también debe llevarse adelante en caso de que se quiera nombrar a un juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

No fue esto lo único que detuvo a Rafecas de llegar a la Procuración General. La desconfianza de un sector del Frente de Todos no colaboró: dentro del kirchnerismo ven con recelo al juez, en parte por su pertenencia a los tribunales de Comodoro Py, donde la actual vicepresidenta Cristina Kirchner no la ha pasado todo bien.

En el medio, desde el Senado aprobaron el año pasado un proyecto de ley que modificaba aspectos claves del Ministerio Público Fiscal. Entre ellos, la forma de elección del Procurador: pasaba de los dos tercios a una mayoría simple. Rafecas se opuso públicamente, algo que tampoco gustó en el oficialismo y finalmente la reforma quedó en la Cámara de Diputados, bloqueada ante la falta de votos.

En este contexto, desde hace semanas e incluso post derrota electoral en las PASO, en distintos sectores judiciales comenzó a circular la posibilidad de que se apruebe la candidatura de Rafecas antes de que cambie la conformación del Senado. Cabe resaltar que desde la oposición aseguran que le darán el visto bueno al candidato: según el bloque de Cambiemos, el único impedimento es que Cristina no lo quiere en ese lugar. Para que den los tiempos, explican desde el Congreso, se tendría que habilitar el período de extraordinarias.

Los rumores en Tribunales se vieron motorizados luego de una foto que circuló en los chats judiciales y que mostraba a Rafecas en la presentación de su libro “Derecho Penal Sobre Bases Constitucionales”, en la Casa de las Culturas en Resistencia, Chaco. A su lado estaban el rector de la Universidad Nacional del Chaco Austral Germán Oestmann y el actual presidente del Consejo de la Magistratura Diego Molea.

Esa actividad fue parte de una conferencia de cierre de la Diplomatura en materia federal que dirige la magistrada federal Zunilda Niremperger. La foto fue sorpresiva pues nadie esperaba esa encuentro, que fue leído como una señal de apoyo a Rafecas. En el acto estuvo también la senadora chaqueña que preside la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo María Inés Pilatti Vergara.

El Consejo tiene una misión compleja también: no permitir que los concursos importantes se estanquen. Los juzgados que estuvieron a cargo de Sergio Torres, Claudio Bonadio y Rodolfo Canicoba Corral están en esa puja al igual que los dos lugares que ahora tienen los trasladados Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi en la Cámara Federal. 

En la oposición habían dicho que no aprobarían nada hasta después de las elecciones, para evaluar las circunstancias en las que quedará el Gobierno. Cabe recordar que para que una terna se aprueba necesita por lo menos el acuerdo de 9 de los 13 consejeros, por eso vital el tema acuerdos entre los distintos bloques.

Sin embargo, esta semana la unidad del bloque opositor se quebró, aunque algunos señalan que es algo circunstancial. Los que suelen integran el arco oficialista -Gerónimo Ustarroz, Graciela Camaño, Pilatti Vergara, Mariano Recalde, Vanesa Siley y Alberto Lugones- votaron para consolidar las ternas para los tres ocupantes de la Cámara Federal de Apelaciones de Comandante Luis Piedra Buena.

Únicamente con ellos, no alcanzaba a aprobarse nada. Sin embargo, se sumaron los votos del juez Juan Manuel Culotta, la senadora jujeña Silvia Giacoppo, del abogado larretista Diego Marías y el abogado que representa a los profesionales del interior del país Carlos Matterson. La molestia desde el PRO duro se hizo palpable y deslizaban en tribunales que hubo acuerdos por cargos o por futuros lugares. 

Mientras se da esta pelea solapada, en el horizonte se vislumbra una disputa por el lugar que dejará vacante Elena Highton de Nolasco en la Corte Suprema y una causa que está en las distintas vocalías del Máximo Tribunal que podría cambiarlo todo: la posible inconstitucionalidad de la actual conformación del Consejo.